Técnicas De Aprendizaje Rápido – 13 de 27

(13 DE 27) TECNICAS DE APRENDIZAJE RAPIDO

por Brian Tracy | ElSeminarioFenix.com

Técnicas de aprendizaje rápido – Módulo 13

Al principio de este seminario hablamos de la potencialidad humana y de cómo la persona media utiliza menos del 10 por ciento de su capacidad, de cómo a la muerte de Albert Einstein su cerebro fue estudiado en la universidad Cornell, averiguándose que en toda su vida jamás utilizó más del 15 por ciento de su capacidad mental. Uno de los grandes genios de nuestro siglo.

¿Qué significa esto, la capacidad mental? Pues significa la capacidad de utilizar nuestra habilidad para pensar, significa la capacidad de activar las células del cerebro, lo que se conoce como el neocórtex o cerebro pensante del ser humano, y una de las cosas que vamos a comentar en esta sesión es cómo puede utilizar su cerebro con mayor eficacia y algunas de las cosas que se han hecho para ayudar a la gente a desarrollar y aprender técnicas de aprendizaje rápido, lo que se llama “aprendizaje por el cerebro completo, aprendizaje acelerado o súper aprendizaje”.

Una de las cosas que sabemos, es que la persona media utiliza poco más del 1 o el 2 por ciento de su capacidad de pensar, que no utilizamos el 10 por ciento, que si utilizáramos el 10 por ciento del cerebro podríamos lograr cualquier cosa que se pueda imaginar en este mundo. Nuestra intención en esta sesión es enseñarles cómo llegar a utilizar más.

Conocemos algunas cosas sobre el cerebro, sabemos algo con respecto a la inteligencia. Consiste en que la inteligencia no es cuestión de coeficientes, la inteligencia es un modo de actuar y un modo de pensar. Cuando estudiamos a la gente aparentemente muy inteligente, averiguamos una cosa, averiguamos que no son mucho más inteligentes que usted o yo pero que han desarrollado su inteligencia. Pongámoslo así; la inteligencia se desarrolla por medio del esfuerzo, la inteligencia se desarrolla del mismo modo que se desarrollan los músculos.

Una persona con inteligencia respecto a un negocio o a una profesión, un abogado o un médico o un hombre de negocios no es necesariamente una persona que nació con ese talento, es una persona que lo ha desarrollado a lo largo de años y años de estudio y ejercicio. Así que considere a la inteligencia como un músculo, es maleable el coeficiente de inteligencia, el coeficiente de inteligencia o los puntos de porcentaje o la capacidad mental son maleables a lo ancho de una amplia gama.

Recuerden que hemos hablado del caso de las expectativas positivas. El coeficiente de inteligencia de un estudiante aumenta en 25 puntos a lo largo de un año académico, esto es algo muy corriente. Tenemos constancia de muchos casos en los que el coeficiente de inteligencia, en otras palabras, la capacidad total de pensar de un individuo, ha aumentado en 10, 20, 30 puntos de resultas de un modo especial de aprender o de un modo especial de estudiar y hablaremos de algunas de estas ideas.

Así que el coeficiente de inteligencia es maleable a lo ancho de una amplia gama, se dice que uno es mucho más listo de lo que cree, uno es mucho más inteligente de lo que jamás se ha considerado, también sabemos que el coeficiente de inteligencia depende del autoconcepto.

Hay muchas personas que han resultado ser muy inteligentes, pero que, puesto que se educaron en entornos negativos se convencieron ya a una edad temprana de que no eran especialmente listos. Un caballero al que animaron a dejar sus estudios en la escuela secundaria porque consideraban que era un fracaso escolar total, resultó tener un coeficiente de inteligencia de 175, cosa que averiguó cuando intentó enrolarse en el ejército. Tras dejar el ejército, montó seis negocios y llegó a hacerse multimillonario de los 28 años, porque le demostraron que era excepcionalmente inteligente y que el motivo por el que no atendía en la escuela no era falta de inteligencia, sino que se debía a que todo lo aprendía a la primera y que se aburría muchísimo.

Hallarán que mucha gente es mucho más inteligente de lo que creen, pero como resultado de experiencias previas, su autoconcepto les hace funcionar a niveles muy inferiores a su inteligencia, esto ocurre en casi todos los casos. Otro punto importante es que la capacidad de aprendizaje es maleable, la capacidad de aprendizaje. ¿Qué significa esto? Pues significa sencillamente que se la puede dar forma, se puede doblar, es como un metal que se puede doblar y malear. La capacidad de aprendizaje es maleable, en el sentido de que se puede aprender a aprender, lo maravilloso es que los seres humanos somos criaturas hechas para aprender, podemos aprender a aprender lo que queramos.

Cuanto más se aprenda mayor es, hemos averiguado, la capacidad de aprender, esa capacidad de aprendizaje es como un músculo, cuanto más se le estire, cuanto más se use mayor será su capacidad, cuantas más matemáticas se aprendan más capacidad se tendrán para aprender historia, cuanto más se estudia filosofía más capacidad tendrá para aprender psicología. Su capacidad de aprendizaje se amplía según aprenda cualquier materia.

Hay otro punto adicional importante en relación con el aprendizaje; si quiere ganar más, tiene que aprender más, si quiere ganar más, tiene que aprender más, esta es una de las expresiones corrientes más importantes que jamás oirá. Vivimos en un mundo basado en el conocimiento, su mundo externo de ingresos será un reflejo directo de la cantidad de conocimientos útiles que absorba. Si es como yo, probablemente será impaciente, probablemente le gustaría saber cómo aprender más deprisa de modo que pueda ganar más cantidad y más deprisa y de esto vamos a hablar.

Por cierto, nuestro tercer punto consiste en que existe una relación directa entre la longevidad y el aprendizaje. Que observamos que cuanto más activa sea nuestra mente, más tiempo vivimos. Que siempre que observen casos de personas que empiezan a volverse seniles tras cumplir los 60 años, verán un ejemplo de alguien que dejó de leer hace mucho y empezó a ver mucha televisión. Los jubilados estadounidenses ven un promedio de 7 horas de televisión al día, lo que consigue que sus mentes se vuelvan muy pasivas, el cerebro empieza atrofiarse, sus reflejos, su inteligencia, su capacidad de reacción y de estar alerta a su entorno empieza a deteriorarse.

Cuanto más tiempo dedique a aprender, cuanto más tiempo dedique a estudiar, más activo será mentalmente, cuanta más energía tenga, cuanta más vitalidad, más sano será. De hecho, si estudian las vidas de hombres y mujeres creativos tales como Goethe que empezó la segunda parte del Fausto a los 85 años o Grandma Moses que empezó a pintar a los 75 años y seguía pintando cuando cumplió los 100. Albert Schweitzer, con quien trabaje en áfrica, seguía haciendo una jornada completa de trabajo a los 91 años cuando la mayoría de las personas que habían crecido con él, sino todas, llevaban décadas en la tumba.

Así que, aunque su única razón sea que quiere vivir siempre, ha de llegar a aprender de manera activa e inteligente, debe desarrollar su capacidad de aprendizaje, debe aprender a aprender.

Hace unos años, en la década de los 50, un hombre llamado Georgi Lozanov inició unos experimentos que han tenido una gran influencia sobre nuestra manera de pensar en occidente durante las dos últimas décadas. Se ha escrito sobre su trabajo un libro importantísimo titulado “súper aprendizaje”, que comenta los resultados de sus experiencias. Lozanov empezó a estudiar el hecho de que la exclusión de información era tal que ya nadie podía estar al día en su profesión, que fuera cual fuera la profesión de cada uno se escribían sobre ella decenas, centenares, incluso millares de artículos cada día, que nadie podía absorber esta información y empezó a preocuparse por la necesidad de elaborar un método para que la gente aprendiera más deprisa. A su sistema lo denominó “Aprendizaje acelerado”, nosotros lo llamamos aprendizaje rápido, hay quienes lo llaman súper aprendizaje, significa lo mismo, quiere decir: ¿cómo se puede absorber más información, más deprisa?

Lo que averiguo Lozanov fue lo siguiente, empezó como un pionero en la investigación de la utilización completa del cerebro, averiguó que en realidad el cerebro se compone de dos hemisferios y que los dos hemisferios del cerebro realizan distintas funciones, que la gente que mejor aprende es capaz de armonizar y de utilizar ambos hemisferios del cerebro. Si el hemisferio izquierdo es responsable de ciertas funciones, el derecho es responsable de otras.

También averiguó que hay una masa de tejido que divide el cerebro y se llama cuerpo calloso y que los niños hasta los 5 o 6 años aprenden a razón de unas 25 veces más de lo que aprenden los adultos, y lo que pensó fue: “¿No sería posible volver a crear las condiciones que existen en la primera infancia que permiten que los niños aprendan a una velocidad fantástica en la vida adulta?”. Y al estudiar las funciones del cerebro averiguó que el hemisferio izquierdo y el hemisferio derecho eran responsables de modos de pensar muy distintos. Permítanme un ejemplo; el hemisferio izquierdo es verbal, piensa en términos de palabras. El hemisferio derecho es pictórico o artístico y piensa en términos de imágenes.

El hemisferio izquierdo es analítico mientras que el derecho es holístico, ve todos los hechos y todas las informaciones, ve la imagen si lo prefieren. El hemisferio izquierdo es pragmático, tiene los pies en el suelo. El hemisferio derecho es intuitivo y es el centro de la intuición y las sensaciones. El hemisferio izquierdo es concreto, le gusta ver cosas que pueda contar, tocar, saborear y palpar. El izquierdo, quiero decir, el derecho es abstracto, es responsable del concepto abstracto, de los conceptos científicos, artísticos o filosóficos. El hemisferio izquierdo es lineal, en la medida en que ve las cosas como una fila ordenada y también es consecutivo y le gusta tomar las cosas de una en una. El hemisferio derecho por otra parte es musical y artístico, digámoslo así y espontáneo y responsable del sentido del humor. El hemisferio izquierdo es responsable del lenguaje, de ensartar las palabras en orden lógico para crear frases, también es responsable de las matemáticas. El hemisferio derecho es responsable de la danza y la poesía.

Y si han de funcionar correctamente estos hemisferios han de estar armonizados, pero tienen funciones muy, muy distintas. Cuando Lozanov hizo su investigación averiguo otra cosa, que al estudiar el modo en que la gente aprendía, averiguó que las personas aprenden a distintos niveles de actividad de las ondas cerebrales y de resultas de distintos factores. Averiguó que el cerebro funciona a cuatro niveles distintos y el primer nivel es el que se denomina “el nivel beta”.

El nivel beta representa 14 ondas por segundo o más, el nivel beta es un nivel normal de onda, allí estamos usted y yo. Cuando nuestra mente está en situación muy activa y muy intensa, nuestra actividad de ondas cerebrales o lo que se conoce como ciclos, nuestra actividad cerebral también es frenética, allí es donde estamos la mayoría de nosotros. También es el momento en que aprendemos de manera menos eficiente.

Lozanov halló por debajo del nivel beta, “el nivel alfa”. El nivel alfa consistía en entre 8 y 13 ondas o ciclos por segundo y era, por así decirlo, un nivel de onda más modulado y averiguó que tenemos una tendencia a aprender en este estado. Este es el estado de relajación profunda, nuestro estado cuando estamos sentados, totalmente relajados, cuando soñamos despiertos por así decirlo o cuando estamos a punto de dormirnos, descendemos a este nivel.

Por debajo del nivel alfa, está lo que se conoce como “el nivel theta”. En el nivel theta, una vez más, las ondas son mayores y este nivel theta se produce cuando estamos preparados en el momento en que estamos empezando a soñar, se llama la zona alucinatoria o ilusoria en la que empezamos a soñar justo antes de dormirnos.

¿Ha tenido alguna vez la experiencia de que le despierten en el preciso momento en que está durmiéndose y que le saquen abruptamente de este nivel theta? No estaba en el nivel delta, no estaba profundamente dormido, recuerda lo molesto que es. Pero lo que Lozanov averiguó fue que en el nivel alfa-theta, este nivel de aquí, es donde mejor aprendemos y cuando estamos aprendiendo a este nivel nuestra capacidad de aprendizaje aumenta de manera espectacular.

Por debajo del theta está el delta. En el nivel delta se producen entre media onda y cuatro ondas por segundo, son ondas largas por así decirlo, por debajo de media onda por segundo uno ya no funciona. De hecho la cesación de la actividad de las ondas cerebrales en los electroencefalogramas es una de las definiciones clínicas de la muerte.

Pues bien, lo que Lozanov intento hacer, dijo; fue averiguar si sería posible hacer que la gente pasara del nivel beta en el que están despiertos a este nivel alfa-theta y de algún modo activar el hemisferio izquierdo y el derecho de modo que funcionaron de manera simultánea. Y desarrolló un método utilizando la música, la música y la relajación.

Inició su experimento allá por 1965 o 1966 en Bulgaria. Uno de los experimentos más interesantes, empezó con el lenguaje y el que eligió fue el francés. Ahora bien, si usted se matriculará en un curso de francés en su universidad, se esperaría de usted, en tanto que adulto, que en un periodo de tres horas –y parece que tres horas representan la duración ideal para el estudio de una lengua, que en un período de tres horas aprendiera entre 25 y 40 palabras y se esperaría de usted que hasta el examen final con el debido estudio y demás tuviera un nivel de retención de alrededor del 80 por ciento, quizás menos. De hecho lo que Lozanov averiguó fue que la mayoría de las maneras de aprender en nuestra sociedad son tan ineficaces que resultan deplorables y que la persona media que logra un título universitario en nuestra sociedad tras invertir varios años y mucho dinero, olvida entre el 80 y el 90 por ciento de todo lo que aprendió allí antes de que transcurra el verano siguiente a su último año de universidad. De hecho se olvida casi el 80 por ciento en los 30 primeros días.

Un par de catedráticos han sugerido que si se deseara despejar la mayoría de las universidades del país, un método muy sencillo para lograrlo sería llamar a todo el mundo a las 48 horas de los exámenes finales y volverles a examinar sin previo aviso y se vería que el modo tradicional de aprender que consiste en atiborrar el cerebro con cuanta información sea posible, lanzarse al aula y regurgitar esa información durante el examen y a continuación marcharse, recuperarse y volverlo hacer otra vez, este modo de aprender es muy ineficaz. Toda la información que absorbemos de este modo se pierde por completo, por eso si estudiara un idioma en el colegio y luego fuera a uno de los países donde se habla ese idioma probablemente no recordaría más de tres o cuatro palabras e incluso éstas estarían equivocadas.

De manera que Lozanov decidió utilizar la música y la relajación y esto fue lo que hizo: bajo unas condiciones estrechamente controladas reunió a 60 estudiantes. Había seleccionado a estos estudiantes de varios campos y ninguno tenía conocimiento alguno del francés, habían sido estrechamente controlados y seleccionados por personas que estaban en contra de este experimento, todo estuvo rigurosamente controlado. En 1966 reunió a las 60 personas, sintiendo que tendría que aumentar enormemente el nivel medio de aprendizaje para lograr la autorización para el establecimiento de su instituto de sugestología.

Posteriormente, se llegó a establecer en Bulgaria el instituto de sugestología. Lo que hizo fue reunir a estas 60 personas. Su meta era conseguir que llegaran a aprender 150 palabras por sesión, 150 palabras por sesión con un mayor nivel de retención. Lo que hicieron fue reunirlos, poner música suave, bajar la luz y leerles palabras de unas fichas donde aparecía el francés por un lado y el búlgaro por el otro y según les leían las palabras, los estudiantes repetían la palabra en un estado de profunda relajación. Luego, les devolvían a un estado de plena consciencia, revisaban las palabras y les hacían pruebas sobre las mismas.

Desde las tres sesiones iniciales averiguaron, en primer lugar, revisión en estado relajado. En segundo lugar, escuchar las palabras en un estado de relajación profunda y en tercer lugar nueva revisión en el estado consciente. Y averiguaron que ya desde la primera sesión estaban logrando una retención del 98 por ciento y que durante las pruebas al final de cada sesión recordaban el 98 por ciento de lo que habían aprendido.

Realizaron este experimento durante seis semanas y todos y cada uno de los estudiantes de la clase lograron una tasa de retención del 98% sin haber tenido ninguna experiencia previa en la lengua. Antes de terminar este experimento, en 1966, pidió más voluntarios y se presentaron otros quince, quince de estos estudiantes se presentaron voluntarios, les pregunto: “¿sería posible aprender 500 palabras en un día?” Pues bien, vinieron un sábado y trabajaron todo el día ya que nadie en la historia escrita ha aprendido 500 palabras en un día y al final del día los resultados dieron un 98 por ciento de retención en 500 palabras.

Un punto interesante es que muchas de estas personas padecían trastornos nerviosos. De hecho, los nombres del 40 por ciento estaban en los ficheros de psicólogos y psiquiatras. Después del periodo de seis semanas de aprendizaje aprendiendo 150 palabras al día, casi todos se encontraban perfectamente bien. No se producía tensión alguna en este tipo de aprendizaje, era muy, muy relajante. Averiguaron que los estudiantes les despejaban la mente y que se sentían muy bien después en contraste con nuestro método de aprendizaje actual que produce tantas tensiones y es tan competitivo. Averiguaron que tras aprender estas 500 palabras, al final del día todo el mundo se sentía estupendamente, nada de tensión, nada de fatiga, nada de nada. Pues bien, se dijo: “veamos si es posible mejorar esto antes de que dé por terminado el experimento” y llamó a doce de los estudiantes, los que mejor aprendían. Dos semanas después se reunieron para ver si podían aprender mil palabras en un día, mil palabras nuevas en un solo día.

El resultado fue que, al final del día, fueron capaces de aprender las mil palabras y lograr un resultado del 98 por ciento en las pruebas. Es interesante comentar que algo después, unos seis meses después, volvieron a llamar a 50 estudiantes para ver qué porcentaje de la lengua habían retenido. No habían tenido la oportunidad de leer en francés ni de hablarlo, pero los resultados arrojaron un 69 por ciento de retención sin revisión alguna. Con una revisión, la retención total ascendió al 98 por ciento, en otras palabras este método de música con relajación situándose en un nivel alfa-theta y activando ambos hemisferios cerebrales había producido un espectacular aumento en la capacidad de aprendizaje.

En 1974, Lozanov, durante unos experimentos controlados, subió la tasa a 1.800 palabras en un día con una retención del 98 por ciento. En 1979, en un experimento especial con estudiantes seleccionados, Lozanov logró aumentar la tasa a 3.000 palabras en un día, esto es activando el cerebro y manteniendo un 98 por ciento de retención. Es fenomenal, es casi increíble pero lo que Lozanov ha averiguado es que la capacidad de aprendizaje del cerebro es infinita, la capacidad que el cerebro tiene para aprender y para absorber información.

Por ejemplo, si usted habla correctamente usa entre unas 1.200 y unas 2.000 palabras durante su vida normal, lo único que necesita son 2.000 palabras para tener una fluidez funcional en cualquier lengua. La persona media utiliza menos de 1.200 palabras de hecho algunas personas, sobre todo en la parte inferior de la escala cultural, utilizan a veces menos de 500 palabras. 2.000 palabras les permitirán leer cualquier periódico, cualquier revista, oír la radio, ver cualquier programa de televisión salvo que sea de índole técnica.

Lo que Lozanov demostró, fue que es posible que una persona aprenda una lengua al día permanentemente.

Ahora bien, esta tecnología de aprendizaje está empezando a modificar nuestro modo de aprender, está empezando a revolucionar nuestra comprensión del lenguaje. Lozanov también ha desarrollado muchas otras técnicas y conocimientos, averiguó que la música clásica suave es parte esencial de este aprendizaje, que la música barroca a compás de 60 reduce el ritmo cardíaco, reduce la actividad de las ondas cerebrales de modo que el cuerpo y la mente se sincronizan con la música y hacen que la información entre de manera crítica, que se pueden aprender materias técnicas, medicina, filosofía, psicología. Yo he seguido cursos de aprendizaje acelerado u óptimo para aprender estas metodologías y lo que he averiguado es que se puede aprender incluso sin la ciencia ni la tecnología, se pueden aprender cosas muy, muy deprisa siempre que se sigan dos o tres pasos. He aquí las claves para acelerar su modo de aprender:

Número 1, defina lo que quiere y necesita aprender para convertirse en una persona más eficaz y próspera. No se puede aprender algo que no interese, no se puede aprender algo que no mantenga la atención, no se pueden aprender cosas aburridas, asegúrese de que lo que está estudiando es importante para usted. El primer paso es definirlo y cuando empiece a estudiar, defina su objetivo ¿Por qué está estudiando este tema? Piénselo, lea, estúdielo y estudie solo con un objetivo en mente, recuerde tiene que tener una meta.

Número 2, debe tener un fuerte deseo de aprender. Debe tener un deseo, en otras palabras no puede aprender solo porque alguien quiere que usted aprenda.

Número 3, estudie siempre al son de música clásica, música clásica suave sin palabras. Música clásica suave de cualquier tipo especialmente la música del período clásico de Mozart, Bach, Mozart, Beethoven o Stravinski, por ejemplo. Estos compositores, compusieron su música con un compás clásico de 60 y si juega con la música clásica o incluso con sonidos ambientales, el sonido de las olas del mar, lo que se conoce como música blanca, lo tendrá como fondo. Esta música relaja el cerebro, abre los hemisferios izquierdo y derecho y permite que la información penetre a través del hemisferio izquierdo y se interiorice en el hemisferio derecho que es donde se almacena en el centro de la memoria.

De modo que, lo que pretende lograr de la música es la relajación del cuerpo calloso, relajar el cerebro de modo que la información pueda fluir a través del hemisferio izquierdo y penetrar en el derecho.

Un cuarto punto clave es la repetición espacial. La repetición espacial es importante, hay quien pregunta ¿Cómo puede ser que yo dirija un seminario como éste que dura todo el día sin apuntes y a veces día tras día de seminarios sin apuntes? ¿Debo tener una memoria privilegiada? Pues no, no, no, no, no tengo buena memoria, lo que sucede es que estudio sin cesar y utilizo la repetición espacial y reviso una y otra vez.

Por cierto, también hay otra cosa, se trata de que cuanto más se aprenda más se aprende. Cuando empiece a estudiar recuerde que hay que practicar para aprender a aprender, hay que practicar, practicar, practicar, cuanto más se practique para aprender a aprender más probable es que se aprenda. Los primeros días que dedique a estudiar una materia nueva le exigirán un tremendo esfuerzo.

He aquí otro punto importante, la variedad. La variedad de estímulos es esencial, los distintos modos en que se estimula la mente, distintas revistas, obras de teatro, la exposición a distintas conversaciones, distintos temas, etcétera, bombardee a su mente continuamente con estímulos que supongan un reto para su mente y hallará que desarrolla la capacidad de aprender y recordar más.

Y número 7, recuerde lo que se denomina el periodo de atención. El momento en que más se aprende se produce al inicio de un periodo de estudio y al final de ese periodo. ¿Qué nos indica esto? Nos indica que en lugar de estudiar o leer durante un periodo de tiempo prolongado digamos dos o tres horas, lo que hay que hacer es dividirlo y descansar varias veces de modo que se produzcan una serie de pausas. Siempre recordará lo que aprenda al principio de la pausa, al principio del periodo y al final del periodo, el principio y el final. Cuantas más pausas haga, cuanta más variedad puede introducir en su estudio, más deprisa aprenderá. La clave es recordar lo siguiente; “Todo lo que usted es o será es el resultado de la información que introduzca en su mente, la información práctica, útil que absorba y emplee para producir algún tipo de mejora en el mundo que le rodea”. Si quiere ganar más tiene que aprender más, si quiere ser más feliz tiene que aprender más, si quiere desarrollar su capacidad plena en tanto que ser humano tiene que aprender más, esto quiere decir lea estudie y aprenda a aprender. Si lo hace, le sorprenderá la cantidad de potencialidad mental que puede liberar

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