Doce Pasos Para Cumplir Las Metas Establecidas – 16 de 27

(16 DE 27) DOCE PASOS PARA CUMPLIR LAS METAS ESTABLECIDAS

por Brian Tracy | ElSeminarioFenix.com

12 pasos hacia la consecución de las metas – Módulo 16

Hace años, uno de los hombres más sabios que he conocido me dio un secreto para el éxito que me impresionó enormemente, era este, me dijo que: “una de las cosas más importantes que había averiguado en 50 años de investigación, era la necesidad de utilizar unos métodos de éxito comprobado”. me dijo: “la vida es demasiado breve como para intentar volver a inventar la rueda o aprender todo por uno mismo”. Así que lo más inteligente que se puede hacer es utilizar lo que se conoce como “imaginación creadora”; que significa averiguar, lo que la gente ya ha hecho y que funciona y hacer lo mismo que ellos hasta llegar al punto en que uno conoce la cosa bien, para después mejorarla.

En esta sesión deseo hablarles de un método de éxito comprobado. Es un método en 12 etapas para el establecimiento de metas y su logro, que he enseñado a más de 100 mil personas. Muchas, muchas personas me han dicho que han logrado más en un mes con este programa que en todo un año sin él. Hay quienes me han dicho que han logrado más en dos o tres años de lo que habían logrado en 10 o 20 utilizando esta sencilla metodología.

Es un método de éxito comprobado, les animo a que lo utilicen,  incorpórenlo a sus vidas; utilícenlo como un proceso automático y cuando se pongan a pensar en su dirección, su significado, sus objetivos, en donde quieren llegar, siéntense y practiquen estas 12 etapas hasta que lleguen a convertirse en algo automático.

Recuerden, la capacidad de establecer metas y de elaborar planes para su desarrollo es la capacidad maestra del éxito, que sólo se puede aprender por medio de la práctica y la repetición una y otra vez.

Ahora vayamos al tablero y hablemos de estas 12 etapas o pasos.

Paso número 1; punto de partida para lograr cualquier éxito (y por cierto permítanme volver atrás en un momento) antes hemos hablado un poco de la importancia de tener un objetivo principal definido. Su objetivo principal definido, la meta principal, la meta número uno en su vida; y mucha gente viene a verme, me escribe y me llama por teléfono diciéndome: “¿cómo puedo elegir un objetivo principal definido?” Y la única solución que puedo darles es esta: “practiquen el ejercicio del establecimiento de metas en siete partes que hicimos en la sesión anterior y también, si siguen sin conseguirlo, hagan que su objetivo principal definido sea hallar un objetivo principal definido”. Concéntrese en su objetivo principal definido, pregúntense: “¿qué podría ser, que será, que debería ser?” Y piensen en ello una y otra vez. Busquen información, miren, descubran, y verán que con la inexorabilidad de la ley de la naturaleza su objetivo principal definido vendrá a ustedes y será algo muy claro, evidente, muy adecuado, y le sucederá justo en el momento oportuno.

Comentaremos esto cuando hablemos de “la mente súper consciente” un poco más adelante. Pero, por ahora, si no disponen de un objetivo principal definido, hagan que su objetivo principal definido sea encontrar un objetivo principal definido; y cuando lo hayan encontrado procésenlo por medio de este ejercicio al igual que procesarían una información en un ordenador para obtener una respuesta final.

El paso número 1 para el establecimiento de metas es, el deseo. Y cuanto más intenso sea el deseo, cuanto más ardiente, cuanto más deseen algo, más probable es que lo logren. De hecho, se ha dicho una y otra vez que el deseo ardiente es el punto de partida para los grandes logros. ¿Por qué es tan importante?

Pues bien, el deseo ardiente es el que le impulsa a uno a superar todas las dificultades, las decepciones, los fracasos provisionales, los obstáculos. Porque, si su meta es digna de usted, va a tropezar una vez y otra, va a cometer errores, le va a costar dinero, tiempo, le va a suponer ansiedad; de hecho, si no se pasa al menos tres noches en blanco por semana mirando al techo y con el corazón latiéndole a toda velocidad, es probable que no esté intentándolo con la suficiente intensidad. De manera que el deseo ardiente, es el punto de partida para toda consecución de metas.

El deseo ardiente siempre es personal, ¡siempre es personal! Lo que significa, que cuando hablamos de establecer metas (sean cuales sean), éstas han de ser ¡sus metas! No pueden desear una meta para otro, ni puede otro desearla para ustedes. Cuando hablen del deseo ¡háganlo personal!;  alguien dice: “quiero que me den un aumento de sueldo, esa es mi meta”; esto es establecer una meta para su jefe. Un joven me dijo: “quiero casarme con cierta chica”; esto es establecer una meta para ella. Solo usted puede establecer sus propias metas; pero, asegúrese de que las metas que establece son las suyas, que son las que le hacen vibrar, no que sean algo que otra persona desea para usted.

Mi meta es que usted crea que debería o podría lograr lo que sería conveniente que lograra. Piense por sí mismo y sea honrado, sea perfectamente honrado; pregúntese ¿qué es lo que desea? Es curioso, se necesita un enorme valor para ser perfectamente honrado y egoísta a la hora de establecer metas. Pero, si no se es perfectamente honrado en este punto, al preguntarse uno ¿qué es lo que de verdad desea? ¿Qué es lo que en lo más profundo de su corazón verdaderamente desea ser, tener o hacer? Si usted no es honrado en cuanto a este punto, el resto del proceso se derrumba. Si usted es honrado en este punto es como si lanzara un cohete, desde allí puede llegar a cualquier sitio.

El paso número 2 es, la creencia. Recuerden lo que hemos dicho antes, que su mundo externo siempre será una representación de su mundo interno, y que su mundo interno se compone de sus creencias, de sus convencimientos… si lo prefieren. Otra palabra es “fe”; es lo que usted cree, es en lo que tiene fe en su interior. El reverendo Aic habla magistralmente sobre la fascinación, dice que: “lo que nos fascina se convierte en nuestra realidad porque nos atrae hacia sí y lo atraemos hacia nosotros”. Aquello en lo que crean, en lo que tengan fe, lo que les interese, lo que les atraiga, lo que les fascine ¡es importantísimo!

Otra palabra para esto es convencimiento. Tienen que creer que pueden lograr la meta, tienen que creer que es posible obtenerla; por este motivo, es muy importante que su meta sea fácil de creer.

Muchas personas al aprender, estas ideas nuevas sobre el establecimiento de metas cometen una equivocación; piensan: “¡qué bien, voy a ganar 100 millones al año!” y la cosa es que 100 millones, ganen lo que ganen en ese momento, pasar de repente a 100 millones en la mayoría de los casos supone un sueldo tan grande que su mente consciente lo rechaza como algo ilógico, inaceptable, imposible. Y si su mente consciente lo rechaza nunca llegará a la mente subconsciente. Recuerden, su mente subconsciente solamente puede aceptar como una orden algo que usted crea plenamente en la mente consciente; de modo que, hagan que sea algo que se pueda creer y que sea posible lograr.

Es mejor establecer una meta más pequeña al principio y lograrla y luego una meta algo mayor y lograrla y luego una mayor aún y lograrla. Le pongo dos ejemplos: si quieren adelgazar no se digan: “voy a perder diez o quince kilos”. Pierdan tres; porque tres kilos es algo que se puede creer; la mente si abarca 3 kilos. Si quieren aumentar sus ingresos auméntenlos en un 50 por ciento o algo más. Aumente sus ingresos en un 50 por ciento; si están ganando 1 millón al año dígase: “mi meta es ganar 1 millón y medio al año. Gano 1 millón y medio al año”.

Se puede centrar la mente en alrededor de un 50 por ciento, lo que representa un porcentaje menor del 4 por ciento  mensual. Pueden centrar su mente en un par de kilos y según empiecen a aumentar sus ingresos o reducir su peso deberán ir ajustando la meta y aumentarla en un par de kilos, en un 50 por ciento adicional; pero siempre, haciendo que las metas sean creíbles. Según el estudio de la universidad de Harvard, las metas deberían tener una probabilidad de éxito del 50 por ciento ¡el 50 por ciento! Y cada, meta debería tener el objetivo conocido como “el paso siguiente”; el siguiente paso lógico en el camino hacia el logro. De manera que si quieren correr un maratón y nunca han corrido, tienen que empezar corriendo un kilómetro; corriendo un kilómetro sin dolor, y luego correr dos kilómetros, y luego tres; pero, pasar de no correr nada a correr un maratón es un ejercicio destinado al fracaso. De hecho, le hará más daño que otra cosa.

Recuerden, para que una meta desbloquee la capacidad de motivación en su interior deben poder creer que es posible lograrla. Así que es mejor empezar modestamente al principio o ir elevando el nivel, en lugar de situarlo tan alto que nuestra meta nos venza desde el principio.

Tercer punto, escríbanla. Esto es muy importante, porque la mayoría de la gente no escribe sus metas, sólo el 3 por ciento tiene metas escritas (y me atrevo a decir que es probable que ustedes tampoco las tengan, y si tienen metas escritas es probable que no las hayan escrito en detalle). Escriban sus metas.

Recuerden los motivos por los que la gente no se fija metas. Uno de los motivos por los que no las escriben es, que, cuando se escribe una meta ésta adquiere forma concreta, de repente, su subconsciente se despierta y dice: “¡ajá! Esto va en serio”. Cuando no escriben, se evita contraer un compromiso. A nivel subconsciente, la razón que hace que la gente no escriba sus metas es el miedo al fracaso; la razón por la que no escriben sus metas es que no quieren adquirir un compromiso con ellas, porque si no las escriben nadie podrá decirles que no las lograron.

Si uno no las escribe no se vincula con nada. Uno si lo prefieren, tiene una perspectiva abierta en la vida y termina por fracasar y por no lograr sus posibilidades.

Toda la gente de éxito ha escrito sus metas y si ustedes verdaderamente desean el éxito no pueden dejar de hacerlo. De modo que escriban sus metas, especifíquenlas, comprométanse; un compromiso al cien por cien con el logro de su meta hará más para impulsarle hacia ella que lo que pueda suponer. Y cuando lo escriban háganlo claramente, no escriban algo vago, no digan: “quiero ser feliz o quiero ser rico”. Escriban algo claro y específico. Si quieren ganar una cantidad determinada ¡escríbanla! como una cantidad neta; si quieren emprender un negocio que sea un negocio floreciente; si quieren establecer una relación que sea una relación feliz; pero escriban sus metas de manera clara, específica y utilicen palabras intensas o un lenguaje intenso; porque, cuanto más intenso sea el lenguaje más rápido lo acepta el subconsciente. Palabras cargadas de emoción como “cariñoso, interesante, potente, amoroso, feliz, dinámico”; estas son las palabras que hacen que la meta penetre en el subconsciente.

Es esencial que la meta se escriba. Por cierto, aquí es donde los ganadores se distinguen de los perdedores; porque los perdedores, siempre, encuentran un motivo para no escribir sus metas.

El cuarto paso, es hacerse la siguiente pregunta imprescindible: ¿por qué lo desean? ¿Por qué… lo desean? Esta es una de las preguntas más importantes porque tendrá una triple respuesta:

En primer lugar; usted se podrá asegurar que la meta es suya y no de otro.

En segundo lugar; intensificará su deseo, porque cuantas más razones tenga lo que se conoce como el “por qué” ¡sus porqués! en muchos casos, son más importantes que la meta en sí. Las metas pueden cambiar, los porqués siguen siendo los mismos. ¿Lo desea, porque le hará más feliz, más sano, más popular? ¿Lo desea porque colmará sus necesidades más profundas, porque, dará un significado y utilidad a su vida? ¿Por qué lo desean? Cuantas más razones tengan para desear algo y si las relacionan, si hacen una lista, cuantas más razones tengan, más deseo tendrán; porque las razones son, el combustible para la caldera de los logros. Las razones… son el combustible para la caldera de los logros.

Cuantas más razones tengan para lograr algo más probable es que lo logren. Por ejemplo: si usted dice: “me gustaría ganar 5 millones al año, o 3, o 10, lo mismo da”,  alguien pregunta: ¿por qué? Y si usted contesta sencillamente: “pues para ganar ese dinero”; ahí no hay ninguna motivación. Pero, si usted dice: “para comprarme un coche, para hacerme cargo de mi familia, para llevar a mi mujer o a mi marido de viaje, para comprar cosas para mis hijos, para cambiar mi guardarropa, comprarme otra casa, comprarme otro coche”; cuantas más cosas listen, más probable será que las logren. Porque, cuando se indican las razones, se intensifica la creencia, la fe y el convencimiento de que es posible.

El quinto paso para el establecimiento de metas, consiste en analizar su posición. Analice su punto de partida. Esto es importante porque, al analizar su punto de partida sabrá cuál es el paso siguiente. Cuando decimos que analice su punto de partida ¿Qué queremos decir? Pues bien, les daré un par de ejemplos: al analizar su punto de partida se tiene que preguntar ¿Cuáles son sus puntos fuertes? ¿Cuáles son sus puntos fuertes y cuáles son sus puntos débiles? ¿Qué es lo que tienen que aprender, qué es lo que deben mejorar? Porque, antes de lograr cualquier meta importante se han de realizar grandes esfuerzos; antes de producir cambios importantes en sus vidas tendrán que hacer cambios importantes en ustedes mismos; antes de lograr algo extraordinario tendrán que hacer muchas cosas ordinarias; así que háganse esta pregunta: si quieren perder peso ¿qué es lo primero que tienen que hacer? ¡Pesarse!; si quieren aumentar sus ingresos lo primero que tienen que hacer es calcular: ¿cuánto ganaron el año pasado, cuánto ganan ahora? Y si quieren aumentar sus ingresos y se dedican a las ventas entonces pregúntese: “¿cuántas visitas hago cada día, cuál es mi volumen medio de ventas, cuáles son mis ventas medias, cuántos tengo que hacer, en qué proporción tengo que aumentarlas?” Y así sucesivamente.

Si desean aumentar su negocio analicen su punto de partida y pregúntense: “¿en qué posición del mercado me encuentro, cuál es mi situación en cuanto a recursos de capital? ¿Cuál es en cuanto a mano de obra, cuál es mi situación en cuanto a oportunidades en el mercado, en cuanto a crédito?” Y se sientan y realizan un análisis muy, muy preciso, exactamente, como un comandante analizaría estratégicamente su posición antes de iniciar una campaña bélica importante.

Uno de los grandes errores que comete la gente a la hora de establecer metas es que se lanzan sin tomarse tiempo para pensar en la pista de lanzamiento de que disponen, y cuando ven que tienen que retroceder (o cuando caen de bruces, si lo prefieren) se dan cuenta de que no tienen cimientos.

Así que estos son los 6 puntos de partida: Determinen lo que desean. ¡Perdonen, los 5 puntos de partida!: Determinen lo que desean. Crean que puedan lograrlo, escríbanlo; determinen las razones para desearlo; analicen su punto de partida.

Y el número 6 es, establezcan una fecha tope. Una fecha tope. Porque una meta sin fecha tope en realidad no es una meta; una meta sin fecha tope es un engañarse a uno mismo. Así que tengan esto presente. Fijen en una fecha tope para su meta total y a continuación fijen mini fechas topes, no muchas, pero cortas. Así que si tienen una meta para 1 año fijen 12 metas de 1 mes; escriban 2 metas de 6 meses; 4 de 3 meses; 12 metas de un 1 mes cada una y luego 4 metas de 1 semana. Establezcan mini fechas tope y establezcan un programa de premios.

El hecho de establecer un programa de premios es uno de los hallazgos más importantes de la psicología, si se dan un pequeño premio; hemos averiguado que muchas de las personas de éxito que hemos estudiado juegan pequeños juegos consigo mismos; aunque no sea nada más que, por cada tres llamadas de teléfono que hagan tomarse un caramelito; o por cada dos reuniones que fijen tomarse una taza de café o darse un paseo. En realidad no importa lo que sea, pero establezcan un programa de premios; de modo, que cada vez que cumplan con una mini fecha tope que les lleve a su meta mayor, se den un premio.

Y verán que habrá personas que no han podido motivarse en años. Pero, si reciben pequeños premios uno detrás de otro (porque, no es suficiente que haya un premio gordo al final del camino), en tanto que seres humanos somos como niños, necesitamos un montón de premios pequeños a lo largo del camino. Un montón de caramelitos en el camino hacia la tarta de cumpleaños. Establezcan un programa de premios; podría ser comprarse una prenda, podría ser irse de viaje, podría ser salir a cenar o cualquier cosa. Pueden establecer pequeños premios para logros pequeños; premios medianos para logros medianos; gordos para los grandes y asegúrense de que están allí por eso. Porque intensifican el deseo, mantienen el interés y el entusiasmo y de manera inconsciente les refuerzan y les empujan hacia adelante, hacia la siguiente acción.

El paso número 7 (y aquí llegamos a la etapa de planificación). El paso número 7 consiste en, identificar los obstáculos que tendrán que superar. Identifiquen el obstáculo. Una de las cosas que sabemos, es que los obstáculos son igual al éxito; el éxito significa obstáculo; no hay éxito sin obstáculos. De hecho, los obstáculos se producen para instruir, no para obstruir. Instruir… no obstruir.

Recuerden, todo obstáculo o dificultad con que se topen de camino hacia su meta está ahí para instruirles de algún modo; así que, identifiquen los obstáculos que tendrán que superar en el camino.

Una de las cosas que retiene a la gente a la hora de conseguir grandes logros es que ven que existe una gran cantidad de obstáculos a superar. Es como los colonos que cruzaban las praderas americanas hace un siglo; al ver las inmensas montañas rocosas se decían: “¿cómo vamos a poder cruzar esa inmensa cordillera?” Hasta que algunos de los tramperos y exploradores averiguaban que podían encontrar valles por lo que atravesar las montañas, y que lo único que necesitaban era un valle a lo largo de una serie de montañas para poder cruzar al otro lado. De modo que, identifiquen los obstáculos y a continuación escríbanlos en una lista; pregúntense ¿Cuáles son las cosas que les impiden lograr la meta en este momento? ¿Por qué no están ya en la meta?  Verán, si no existe ningún obstáculo, es que, no se trata de una meta, no es más que una actividad; de modo que ¿qué es lo que se interpone entre ustedes y su meta? También alégrense de que existen obstáculos; porque son los obstáculos los que nos aseguran que el éxito se halla en el otro extremo.

Cuando no hay obstáculos, cuando no hay dificultades, cuando no hay retos que vencer, tampoco hay posibilidad de éxito.

A continuación, establezcan prioridades para sus obstáculos; en otras palabras, estúdienlos y pregúntense: “¿De todas las cosas que se interponen entre mí y mi meta cuál es la primera? ¿Cuál es el obstáculo número uno?” Imagínense, aquí, que están ustedes (espero que lo vean); que aquí están ustedes y que, aquí está su meta. Pues bien, de camino hacia su meta hay una carretera que da muchas vueltas, y de camino hacia la meta hay algunos obstáculos, y hay escollos y hay peligros, etcétera. Pero, en algún punto del camino hacia esta meta también está lo que llamamos “la roca”. Su roca es su obstáculo principal, la roca es lo primero entre todo lo que le impide lograr su meta con la calidad y la cantidad que desea.

Una de las cosas más importantes que puede hacer es preguntarse: “¿cuál es mi roca? ¿Cuál es la peña principal, cuál es el gran obstáculo que me impide ir de aquí hasta allí?” La capacidad de identificar la roca es una de las características del pensador estratégico. E identificar la roca es una de las claves que uno hace ¿por qué? Porque si se eliminan todos los restantes obstáculos hacia la meta la roca seguirá allí, y ustedes seguirán sin poder lograrla.

Si no tiene mucho cuidado, si no fijan prioridades para sus obstáculos tenderán a dedicar su esfuerzo a un montón de cosas sin importancia y a dejar esta roca en su sitio. Sin embargo, la persona inteligente se centra en la roca; la persona inteligente dice: “¡este es el obstáculo principal!”, y se pone a trabajar sobre esa roca, y trabaja día y noche. Trabaja cuanto tiempo sea necesario. Hay una expresión preciosa que dice: “pulula sobre ello”. Cuando uno tiene un problema principal, un obstáculo principal, una dificultad principal en su camino, debe pulular sobre ello. Concentre todo su esfuerzo y su atención, trabaje en ello día y noche, semana tras semana, para eliminarlo; porque si elimina ese obstáculo se acercará más a su meta que si elimina todos los demás obstáculos juntos.

Así que, por lo que concierne a su objetivo principal definido. ¿Cuál es su roca? ¿Cuál es su obstáculo principal, qué es lo que le impide seguir adelante? Podría ser un factor interno, podría ser una falta de confianza en sí mismo, podría ser una duda sobre las propias capacidades, podría ser el miedo a perder algo, podría ser muchas cosas, eso es normal; o podría ser algo externo, falta de dinero o falta de información o de conocimiento, falta de apoyo de otras personas, podría ser la salud, podrían ser muchas cosas; pero, sea lo que sea, si usted está decidido a lograr su meta, averigüe cuál es el obstáculo y trabaje para eliminarlo.

Ahora bien, el número 8 consiste en, identificar el conocimiento que uno va a necesitar. Identifique el conocimiento que va a necesitar. Porque, vivimos en una sociedad basada en el conocimiento, no hay duda alguna; sea lo que sea, lo que desea lograr, va a necesitar más conocimientos de los que tiene ahora.

La norma elemental de la vida es que en mayor o menor medida, en estos momentos ha avanzado todo lo que puede avanzar en su vida con los conocimientos que tienen. Por eso insisto tanto en la necesidad de un desarrollo propio continuo; leer, aprender, absorber nueva información ¡porque se necesitan más conocimientos!

Hay dos modos de adquirir conocimiento. Uno puede adquirir conocimientos originales, esto es: leer, investigar y averiguar las cosas por uno mismo; o puede tener los conocimientos de los demás. Pero en cualquier caso, identifique el conocimiento que necesita. ¿Qué necesita saber? Por ejemplo pues; si quiere prosperar en los negocios, entre las cosas que tiene que saber están “el marketing” y “las técnicas de ventas”. Si quiere prosperar en su propio negocio la capacidad crucial para el éxito empresarial es, saber vender. La capacidad crucial para prosperar como ejecutivo es la capacidad de vender las ideas de uno a los demás, de persuadir; así que quizás lo que necesita, quizás el conocimiento crucial que necesita, es la capacidad de persuasión o quizás necesita conocimientos jurídicos o de contabilidad o tecnológicos.

Punto número 2, establezca prioridades para sus conocimientos. Porque, cuando se establecen prioridades, se determina cuál es el primer conocimiento que se necesita. ¿Cuál es el conocimiento cuya ausencia, más que cualquier otra cosa, puede impedir que uno logre su meta? Y verán que si se concentran en el conocimiento principal será igual que la roca en cuanto a los obstáculos. El conocimiento principal una vez adquirido le impulsará hacia su meta; mientras que si solo logra otros muchos conocimientos estos no le ayudarán en lo más mínimo.

Finalmente, y este es el último punto en cuanto al conocimiento. Pregunte su camino hacia el éxito. Pregunte… su camino hacia el éxito. Ese es uno de los consejos de un gran asesor especializado en el éxito: “pregunten, pregunten, pregunten”. Lo que él ha dicho y lo que cualquiera que haya estudiado este tema ha dicho, es que esta palabra “preguntar” es la clave del éxito en la vida.

Pregúntele a las personas que disponen del conocimiento. Si es necesario, contraten abogados, contraten consultores, contraten especialistas, contraten un contable. Pregunten su camino hacia el éxito; busquen a otras personas de su mismo campo, busquen a las personas que han logrado el éxito, busquen personas experimentadas; acudan a ellas y háganles preguntas. ¿Por qué no pregunta la gente? Por un motivo muy sencillo; la mayoría tiene miedo al rechazo. Pero la clave para obtener lo que uno desea de la vida es en primer lugar, aprenderlo todo por uno mismo o en segundo lugar preguntar a los demás. Y lo sorprendente es que si preguntan a los demás, los demás les contestarán. Si preguntan a las personas que han logrado éxito: “¿qué es lo que hicieron correctamente?” Se lo dirán. Si quieren consejo a las personas que han logrado el éxito, se lo dirán.

De hecho, yo estudié la vida de un millonario que se hizo a sí mismo y decía que: “una de las claves del éxito en los negocios es pensar negativamente”. Y a mí esto me dejó atónito porque yo enseño que uno debe pensar positivamente. Según continué leyendo vi que lo que él quería decir era: “con esto quiero decir que una vez que hayan desarrollado una idea estupenda la deben presentar a aquellos expertos que sean capaces de destrozarla, de indicarle las lagunas, y las debilidades y los fallos, y si usted no puede taponar las lagunas, las debilidades y los fallos probablemente significa que la idea no es lo suficientemente buena”.

Pero, si no está dispuesto a someter su idea al escrutinio de personas críticas cuyo trabajo consiste en hallar los fallos en algo, entonces la idea quizás no es lo suficientemente buena. Así que busque personas negativas, pida a la gente su opinión, pregunte por su camino hacia el éxito. Recuerden, para lograr el éxito necesitan conocimientos, necesitan más conocimiento del que tienen, no disponen de mucho tiempo, tiene que lograr el conocimiento del modo más rápido y más económico posible. Si es necesario compren el conocimiento que necesitan, no sean tacaños cuando se trata de conocimientos.

El punto número nueve para establecer metas es: identifiquen, pregúntense: ¿quién es su cliente? ¿Quién… es su cliente? Esto significa que tienen que identificar a las personas, los grupos y las organizaciones cuya colaboración, necesitan para lograr el éxito. ¿Quiénes son estas personas, quiénes son estos grupos, quiénes son estas organizaciones? Verán, en la vida disponemos de una ecuación muy sencilla y es ésta: “todo el mundo se gana la vida satisfaciendo o sirviendo a alguien”. Ustedes y yo tenemos un cliente, y avanzamos en la vida en la medida en que satisfacemos a nuestros clientes. Así que, todos nos dedicamos a satisfacer al cliente.

Si usted trabaja en una empresa su cliente podría ser su jefe; si es un vendedor su cliente podría ser su cliente en el interior y la persona que compra su producto o su servicio en el exterior; si usted es enfermera su cliente es la enfermera jefe. Sea usted quien sea, hay alguien en su entorno. Si usted se dedica a los negocios y tiene que ampliarlos, uno de sus clientes es su banquero; otro es su personal, sus empleados, otro cliente podría ser su familia. Pero siempre hay personas con quienes tiene que trabajar para lograr sus metas. Ahora bien, ¿por qué tiene que trabajar la gente con usted para ayudarle a lograr sus metas? Solo hay un modo de hacerlo, lo que denominamos “la ley de la compensación”.

La ley de la compensación que se deriva del maravilloso ensayo de Ralph Waldo Emerson titulado “Compensación” y dice sencillamente que: “por cada fuerza en la vida hay una fuerza igual y opuesta”. Nosotros la llamamos la ley de la siembra y la cosecha. Pero lo que dice es esto, dice que: “uno siempre recibe compensación en la misma proporción en que actúa”. De hecho, uno siempre recibe compensación en mayor proporción; así que, si usted siembra el bien cosechará más bien del que siembra; si siembra el mal cosechará más mal del que siembra.

La ley de la compensación dice que: “mientras que uno haga cosas buenas para los demás, los demás harán cosas buenas para uno”. Así que uno se hace esta pregunta (que es la preferida de todos), se llama “Q.H.E.E.P.M.” (¿Qué hay en ello para mí?). Q.H.E.E.P.M. ¿Qué hay en ello para mí? Si desean lograr el éxito en la vida recuerden que las personas con más éxito son las que van a dar en contraposición con los que van a buscar. Los que van a dar, son las personas que siempre se preguntan: “¿Qué puedo hacer para complacer a mis clientes, qué puedo hacer para suministrar calidad, qué puedo hacer para ganar su colaboración y su ayuda para lograr mis metas?”. Siempre están intentando ponerse a ese lado de la ley de la compensación, sabiendo que lo que pongan, lo sacarán.

Las mejores empresas de EE.UU. y Canadá o de cualquier parte del mundo, se basan en la ley de la compensación. Se basan en la ley de sembrar buena semilla y recoger buenas cosechas. Todas las leyes o los individuos y empresas que no logran el éxito se basan en la táctica de sacar todo lo que puedan y poner tan poco como puedan.

Una segunda ley que tiene relación con esto es, la que se conoce como “la ley del servicio”. La ley del servicio dice que: “uno siempre, será recompensado en la vida en la proporción exacta del valor de sus servicios para los demás”; para su cliente, sea quien sea su cliente o sus clientes. La ley del servicio dice que: “las ganancias siempre serán igual al servicio”. Que si uno desea aumentar el valor de las ganancias tiene que aumentar el valor de sus servicios.

Pero, también dice otra cosa maravillosa: “que la gran satisfacción en la vida, las grandes alegrías que uno disfrutará, siempre se derivarán… a servir a los otros”. Siempre se derivarán de un trabajo bien hecho, de aportar algo de valor a los demás y cuanto más trabaje uno para aumentar el valor de su aportación más feliz será y mayores serán sus recompensas. También impulsa la tercera ley; “la ley de la devolución”.

La ley de la devolución dice que: “lo que uno ponga en términos de servicios, lo recogerá en términos de ganancia”. Y esto nos lleva a una ley más; “la ley del exceso de compensación”.

La ley del exceso de compensación para mí y para muchas otras personas, es la clave del éxito en la vida. Y dice sencillamente esto: “haga siempre más de lo que le pagan por hacer”. Ponga siempre más de lo que saque; dé siempre un paso más, haga siempre más de lo que le pagan por hacer. Jamás le pagarán más de lo que le pagan ahora si no hacen más de lo que le pagan ahora por hacer. Y uno opta por el lado mejor al poner más y más y más de lo que le pagan por hacer.

El número 10 es, elabore un plan. Elabore un plan y repítalo una y otra vez. Todas las personas de éxito planifican con éxito. ¿Cómo se elabora un plan? Muy sencillo, un plan es una lista de actividades. En otras palabras, identifique en base a todo lo que hemos dicho ¿cuáles son las actividades que tiene que realizar para lograr su meta? Y a continuación organice la lista como si fuera una escalera. Organice la lista en términos de prioridades y en términos de tiempo. Lo primero que tiene que hacer, lo segundo que tiene que hacer, lo que es más importante, lo que es menos, y a continuación entre en acción y elabore su plan y revise el plan continuamente.

El número 11 es, visualización. La visualización vale más que los otros 10. La visualización consiste en crear una imagen mental clara de la meta que se desea. Crear una imagen mental clara y a continuación imaginar o visualizar el resultado. Lograr una imagen mental clara y ver la meta como si ya se hubiese logrado; verla como una realidad y proyectar esa imagen una y otra vez en la pantalla de la mente. Proyectar esa imagen en la pantalla de la mente hasta poder verla con toda claridad; diseñarla dibujarla, hacer lo que sea necesario para crear esa imagen mental y a continuación pensar en esa imagen mental. Pensar en la meta de uno, como en una realidad una y otra vez; repetirlo hasta impresionarla más y más profundamente en el subconsciente.

El número 12 es, reforzar el plan con determinación y persistencia. Reforzar el plan con determinación y persistencia. En última instancia, la clave de su éxito consiste en su capacidad de perseverar más que nadie.

En todos los estudios que hemos visto sobre los ganadores con rendimientos máximos, vemos que la perseverancia es para el carácter de una persona lo mismo que el carbono para el acero. Que la perseverancia sólo es necesaria cuando las cosas se ponen feas. Que la perseverancia, solamente adquiere importancia cuando todo se derrumba alrededor de uno y uno se siente tentado a abandonar. Que la perseverancia no tiene valor cuando las cosas van bien; la perseverancia solo tiene valor cuando uno está dispuesto a continuar a pesar de los obstáculos, las dificultades, las decepciones, las caídas, las pérdidas económicas, etcétera.

En los estudios de los millonarios que se hicieron a sí mismos, vemos que el millonario medio en los EE.UU. ha quebrado o estado a punto de quebrar 3,2 veces; pero, a pesar de cualquier cosa con la que tuvieran que enfrentarse ya fueran hombre o mujer continuaron luchando y ese es uno de los motivos de su éxito. También sabemos que si uno quiere lograr grandes éxitos no tiene más remedio que estar dispuesto a hacer frente a los reveses provisionales, a los obstáculos provisionales.

A Winston Churchill en una de las anécdotas más grandes de la historia de la humanidad, le preguntaron en una ocasión en que se dirigía a un colegio masculino, si podría resumir las lecciones de su vida en pocas palabras. Y se puso en pie y contestó: “podría resumir la lección principal de mi vida en nueve palabras (dijo apoyado en su bastón) estas son las palabras jóvenes: no se rindan nunca, no se rindan nunca jamás”. Y creo que más que cualquier otra cosa, en ningún estudio que yo haya leído, ésta es crucial. Si deciden desde el principio que, una vez puestos en un camino para lograr su meta no se rendirán nunca, que nunca abandonarán, que nada les podrá parar, que cada dificultad no era más que espolearles; entonces se convertirán en un paranoico a la inversa y examinarán cada problema y buscarán el bien en el problema; buscarán la lección que pueden aprender, buscarán el modo en que pueden aprovecharse de la situación. Si continúan haciendo esto, si siguen siendo optimistas, si mantienen esta actitud de expectativa confiada, no tendrán más remedio que lograr el éxito.

Y por fin, con respecto a la perseverancia; la calidad de hierro que determina todos sus éxitos. Permítanme que diga esto: “que la perseverancia es, la medida de la fe de uno en uno mismo”. Y cada vez que uno persevera frente a la adversidad, su fe en sí mismo aumenta, hasta que llega el momento en que nada puede pararle en el camino hacia sus metas.

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