Cómo Comprender La Relación Entre La Mente y El Cuerpo – 22 de 27

(22 DE 27) COMO COMPRENDER LA RELACION ENTRE LA MENTE Y EL CUERPO

por Brian Tracy | ElSeminarioFenix.com

Cómo comprender la relación entre la mente y el cuerpo – Módulo 22

Hablemos ahora de la relación entre la mente y el cuerpo en la salud. De la medicina psicosomática, de la psique, la mente, del soma, el cuerpo y de cómo la psique, la mente produce un efecto sobre la salud física.

Ya en 1920, un médico escribió un artículo muy controvertido en el que sugería que hasta el 20 por ciento de los trastornos físicos, se debían a trastornos mentales o a la desdicha, a causas mentales. En la década de los 30, los médicos volvieron a escribir diciendo que hasta el 30 por ciento de nuestra mala salud está en la mente o está relacionada con la mente. En la década de los 40, alguien escribió que este porcentaje representaba el 40 por ciento y en la década de los 50 se aumentó al 50 por ciento. Los profesionales médicos tradicionales se oponían enérgicamente a cada aumento. En la década de los 60 subió al 60. En la de los 70 al 70 por ciento. Hoy en día, prácticamente ningún médico se opone a la estadística que dice que al menos el 80 por ciento de los trastornos de salud que ustedes y yo padecemos en el transcurso de nuestras vidas, se deben a motivos psicológicos.

La psique, la mente hace enfermar a parte del cuerpo. De hecho, muchos médicos, profesionales de la medicina, psicólogos, psiquiatras y enfermeras que han seguido mis cursos, han dicho que probablemente se aproxima más al 90 quizás al 95% de todos los males que nos aquejan. Los resfriados, las gripes, las enfermedades de la piel, los ataques al corazón, las enfermedades del riñón, la artritis, las embolias e incluso el cáncer, tienen un origen psicológico.

De modo que, hoy quiero hablar del estrés y de la tensión nerviosa. Quiero hablar, en esta sesión de lo que existe en nuestra mente que crea en nuestros cuerpos la situación que nos hace enfermar.

Sabemos, porque hemos hablado del tema antes y muchas veces, que en cierto modo decidimos enfermar. El doctor Carl Simonton, que trabajó durante muchos años en Fort Worth – Texas, escribió un libro estupendo llamado “Getting Well Again”, ponerse bueno otra vez y escribió artículos excelentes sobre los aspectos de la enfermedad correspondientes a actitudes. Y averiguó que es interesante observar que la gente parece decidida a enfermarse, para hacer frente a una situación en la vida que les resulta desagradable, que y cuanto más seria sea la situación, más seria será la enfermedad.

Por ejemplo, si no se sentían valorados en el trabajo, les daba un resfriado; si les parecía que les explotaban, les daba la gripe; si les parecía que su matrimonio o su relación o toda su vida profesional era un desastre y no querían hacer frente a este hecho, les daban cosas tan graves como enfermedades cardíacas, embolias e incluso cáncer. También averiguó que la gente decide ponerse buena, además de decidir enfermar, y que en cuanto a una persona decide ponerse buena, todas las posibilidades de la medicina moderna y todas las posibilidades del sistema inmunológico del cuerpo, empiezan a funcionar para hacer que se pongan buenos.

¿Qué son el estrés y la tensión nerviosa? Hablemos del estrés y la tensión. Cuando hablamos del estrés y la tensión, sabemos que son manifestaciones de algo que va mal en nuestra visión del mundo. El estrés y la tensión, son manifestaciones externas de nuestra insatisfacción con algún aspecto de nuestras vidas. Cuando sentimos dolor físico, cuando tocamos un fogón caliente y sentimos dolor físico, la sensación de dolor se produce para avisarnos de que estamos haciendo algo que es físicamente dañino para nosotros. El estrés y la tensión nerviosa, se producen para avisarnos de que estamos haciendo algo que es mentalmente dañino para nosotros y que a no ser que hagamos frente a la situación, con el tiempo nuestra mente hará que el cuerpo enferme. Y que la enfermedad, es nuestro modo de evitar hacer frente a la situación. Podemos ponernos tan enfermos, que lleguemos incluso a morir.

Por lo que concierne al estrés y la tensión nerviosa, existe todo un nuevo campo de medicina en la actualidad que se llama psicoinmunología o psiconeuroinmunología, que trata del efecto que produce la mente, debilitando o reforzando el sistema inmunológico. Se ha averiguado que las emociones negativas: el estrés, la tensión nerviosa, la ansiedad, la rabia, cualquier tipo de frustración deprimen el sistema inmunológico, reducen la producción de anticuerpos y los dejan desprotegidos ante todo tipo de enfermedades físicas tales como: resfriados y gripes y otras cosas.

Una persona con una actitud positiva, optimista, alegre, entusiasta, con un elevado amor propio suele ser una persona con resistencia ante casi cualquier enfermedad normal. Pero, una persona con una actitud negativa, deprimida, pesimista, que no se aprecia, cínica –si lo prefieren, con un bajo nivel de amor propio es una persona cuya producción de anticuerpos es cada vez más reducida, de modo que a veces siempre están enfermos. Y uno puede ver que las personas negativas a menudo están enfermas.

El punto clave en cuanto al estrés y la tensión nerviosa es el siguiente; que el estrés y la tensión vienen de dentro, vienen de dentro no de fuera. No existe una situación tensa, sólo una reacción tensa. Solamente una reacción tensa.

Por ejemplo: dos personas se enfrentan con una situación –ya hemos utilizado el ejemplo del conductor en un atasco, dos personas se enfrentan con una misma situación, una se enfada, la otra no pierde la tranquilidad. O, la misma persona se enfrenta con la misma situación en dos días distintos, un día reacciona de una manera y se enfada, al día siguiente reacciona positivamente y no se enfada en absoluto. La clave está en la reacción. El estrés no está ahí fuera, el estrés y la tensión nerviosa vienen de aquí dentro, son nuestra forma de pensar y de reaccionar ante nuestro mundo y no el mundo en sí.

Alguien escribió que hay tres fuentes principales de estrés. Y si vemos hacia el cuerpo humano, las tres fuentes principales de estrés son: lo que podría haber sido, ¿recuerdan que hemos dicho que la gente se preocupa por el pasado? Lo que podría haber sucedido, es una fuente importante de estrés. Pensamos incesantemente en ¿cómo algo podría haber sido distinto? Y en el presente, pensamos en lo que deberíamos hacer, lo que no deberíamos hacer y pensamos en términos de deber hacer o tener que hacer. En cuanto al futuro pensamos en lo que podría suceder. Y estas tres cosas, lo que podría haber pasado, lo que debería ser en contraposición con lo que es y lo que podría suceder son tres fuentes importantes de estrés en nuestras vidas. Pero siempre es nuestro modo de pensar sobre nuestro pasado, nuestro modo de pensar sobre el futuro, nuestro modo de pensar sobre el presente en relación con la realidad lo que produce el estrés, no el estrés en sí.

Sabemos que, puede decidir no ponerse enfermo. Yo he dicho esto a muchas personas en mis cursos, que uno puede decidir no volver a resfriarse nunca, todo el mundo decide resfriarse o no resfriarse y lo que digo es que hay ciertas personas que se ponen muy tensas ¿Por qué?, pues he aquí un ejemplo perfecto: ¿por qué no se resfrían nunca las madres jóvenes? ¿Por qué las madres de niños pequeños nunca se resfrían, nunca se ponen enfermas? ¡Porque no tienen tiempo! Si toma la decisión mental; “no tengo tiempo, son tan grandes mi responsabilidad es en cuanto al cuidado de estos niños que no puedo permitirme ponerme enferma”, no se pondrán enfermas. Esperan a que los niños crezcan y vayan al colegio, a tener más tiempo o a que sus hijos crezcan y se vayan de casa y entonces vuelven a resfriarse y a coger la gripe. De modo que, uno puede decidir no ponerse enfermo o no resfriarse ni coger la gripe haciendo algo muy sencillo: decidiendo ahora mismo que nunca más va a tener un resfriado o una gripe. Sencillamente decídanlo ahora mismo: “yo no voy a volver a resfriarme nunca”. Y la próxima vez que sientan síntomas de resfriado díganse: “me siento estupendamente, me siento sano, me siento feliz, me siento estupendamente, yo estoy sano, yo no estoy resfriado”. ¿Y saben lo que sucederá? El resfriado se irá a la casa de su vecino, que cree en los resfriados y les dejará a ustedes en paz y esto es un hecho.

Pues bien, hablemos… ya hemos hablado de la relación entre el estrés y la tensión nerviosa y la energía; hay tres fuentes principales de energía, según la enorme cantidad de trabajos realizados a principios de siglo. La primera fuente de energía es la comida, el tipo de alimentos que comemos y nuestro modo de comerlos, de combinarlos y las vitaminas, los minerales, etcétera. La segunda es el aire, nuestro modo de respirar, la profundidad con que respiramos, el tipo de oxígeno que respiramos, la cantidad de ejercicio aeróbico que realizamos; la cantidad y el tipo de aire es una fuente importante de energía. Y la tercera, son las impresiones, las impresiones son el modo en que encajamos lo que nos sucede en el mundo.

¿Recuerdan que hemos hablado de una reacción tensa? Una situación puede proporcionar energía a una persona, la misma situación puede deprimir a otra. Por ejemplo: una decepción o el fracaso de un negocio o algo que fracasa de manera provisional, puede hacer que una persona se deprima y se fatigue y puede hacer que otra se llene de energía y vuelva a estar en situación defensiva. De modo que, las impresiones, nuestra manera de percibir lo que está sucediendo a nuestro alrededor, son una fuente principal de nuestra energía, ya aumente o disminuya esta.

Y uno de los trabajos más importantes que leído sobre el tema, es un estudio que dice que “nuestro cuerpo es una máquina que genera energía y genera energía de distintas calidades como una refinería de petróleo”. Y el mejor ejemplo que les puedo dar, es el siguiente: imaginen que su cuerpo ingiere alimentos crudos, solamente carne, patatas, verduras, etcétera, y que este es el alimento básico para la energía que hace funcionar al cuerpo. Y si el cuerpo ingiere mil unidades de alimento, pongamos, podemos decir que mil calorías o mil unidades de alimento, se pueden utilizar a nivel físico, como es el caso en la mayoría de los países del mundo, donde todo se consume para el trabajo físico y al final del día la persona está agotada sin nada de energía o según la civilización avanza, según nuestra civilización avanza, si no se consume en realizar un trabajo duro físico, entonces se refina más aún y va subiendo por la cadena de la energía y se convierte en energía emocional. Y se necesitan mil unidades de energía física para generar 100 unidades de energía emocional.

Ahora bien, la energía emocional; nuestra vitalidad, nuestro entusiasmo, nuestra emoción, nuestro amor propio, nuestra alegría de vivir, etcétera…, si la energía no se utiliza a nivel emocional, entonces el cuerpo continúa refinándola como si fuera una refinería. Imaginen que el nivel físico es el petróleo crudo, se ingieren en crudo la carne y las patatas, el petróleo crudo en la refinería se refina y se convierte en el tipo de petróleo que se usa para el coche. Si no se consume allí, la refinería lo refina más aun convirtiéndolo en lo que se llama energía mental.

La energía mental, es la energía que utilizamos para pensar. Todo esto no se puede demostrar a nivel científico, sólo se puede a nivel intuitivo, haciendo referencia a la experiencia propia. Esto sería el equivalente de la gasolina, el petróleo refinado se refina más aún, pero se necesitan mil unidades de crudo para obtener 100 unidades de petróleo refinado, para obtener 10 unidades de gasolina. Y si no se consume a nivel mental, entonces se convierte en una unidad de lo que se conoce como “energía psíquica”, que a menudo se conoce también como “energía creadora” y esto es el equivalente –digamos, del gas para encendedores, una forma muy, muy refinada de energía.

¿Qué sucede ahora? Pues bien, sabemos que si dedicamos mucha, mucha energía a un deporte o a trabajar en el jardín o hacer cualquier cosa, al terminar el día estamos agotados. ¿No se han sentido nunca tan cansados al acabar el día que no quieren discutir, no quieren tomar una decisión, no quieren hacer nada; sencillamente están físicamente agotados y se han quedado vacíos de energía? Pues, esto se debe a que han utilizado toda su energía a nivel físico. Sin embargo, hoy en día en la mayoría de nuestras profesiones o trabajos no quemamos toda nuestra energía a nivel físico, de modo que asciende al nivel emocional. Cuando disponemos de energía emocional, le buscamos una salida y nuestra salida casi siempre consiste en nuestras relaciones. Podrían ser otras cosas, pero casi siempre son nuestras relaciones.

Averiguamos algo interesante, y es que las emociones positivas –si es que nuestras emociones lo son; el entusiasmo, la alegría, la felicidad, la emoción–, que quemamos muy poco de esta energía y la energía se refina convirtiéndose en energía mental. Si nuestro mundo mental es positivo, si nos dedicamos a proyectos positivos, nos dedicamos a proyectos interesantes que constituyen un reto para nosotros, desarrollamos esta energía que, una vez más, siendo positiva avanza y se convierte en energía psíquica. Y la energía psíquica es la energía de la creación que nos hace tener ideas e inspiraciones y entusiasmo y nos hace estar motivados, etcétera.

Sin embargo, el mayor problema –y esta es la clave, es que la mayoría de la gente quema su energía a este nivel, al nivel emocional. No la utilizan a nivel físico, porque no trabajan lo suficiente, pero a nivel emocional la agotan toda, de modo que les queda muy poca energía a nivel mental y casi nada a nivel psíquico. Y como ya hemos dicho, somos una mente dentro de un cuerpo que la transporta.

Todo lo que ustedes son o serán jamás, será un resultado del modo en que utilicen su mente. Si toda su energía se quema a nivel emocional por medio de la negatividad, el miedo, la ansiedad, el estrés, la tensión nerviosa, la ira, lo que sea…, si todo se quema a nivel emocional, no tendrán nada de lo que se conoce como “formas superiores de energía” con las que construir una vida estupenda. Con las que construir una vida maravillosa para dedicarse a actividades felices y gozosas, para ser creadores, para hallar soluciones, para establecer metas, para creer en ustedes mismos y así sucesivamente.

El motivo por el que menos del 5 por ciento de la población desarrolla plenamente sus posibilidades en cualquier generación, se debe a que la mayoría se preocupa al cien por cien de lo que se conoce como “la expresión de emociones negativas”; y ésta es la clave. La expresión de las emociones negativas, es la que quema toda nuestra energía a niveles inferiores. De modo que, a niveles superiores no disponemos de ninguna energía con la que desarrollar nuestras posibilidades.

Ya hemos dicho que una actitud mental positiva es esencial para el éxito, que el 85 por ciento de lo que nos sucede va a estar determinado por las actitudes, que el 85 por ciento de nuestro éxito está enlazado con la calidad de nuestras acciones internas y de nuestras relaciones con los demás. En otras palabras, el 85 por ciento de su éxito en la vida está relacionado con las emociones positivas. Sin embargo, si queman toda su energía emocional a este nivel, en la expresión de emociones negativas; hablando con los demás o con ustedes mismos de cosas negativas, pensando en cosas negativas, comentando cosas negativas, criticando, condenando, quejándose, etcétera…, si hacen esto, lo que sucede es que no les queda energía para subir hasta aquí y aquí es donde está la gran alegría, la gran felicidad, el gran éxito en la vida.

De modo que, ¿cuál es la solución? La solución para unos niveles elevados de energía, felicidad, paz, paz interior, relaciones amorosas, longevidad es eliminar la expresión de las emociones negativas. Eliminen la expresión de las emociones negativas. Esta es una de las lecciones más importantes que he aprendido en todos mis años, y decenas de miles de horas de estudio; eliminar la expresión de las emociones negativas. Este es el punto de partida para todo crecimiento personal.

De hecho, antes dijimos, al hablar de la psicología de la responsabilidad, que la eliminación de las emociones negativas es obligatoria, no optativa. La eliminación de la expresión de emociones negativas es el punto de partida para aniquilarlas. Si no expresan emociones negativas, si no las discuten, si no se involucran en una conversación negativa o en pensamientos negativos lo que sucede es que mueren. Debido a la ley de la concentración, si no se centran en una emoción negativa en un periodo de tiempo, esta pierde su fuerza y su efecto y muere para usted. Toda la energía negativa que se hubiera agotado en pensar en ella está en su disposición para hacer cosas productivas. Sabemos –y hablaremos esto más adelante, que un ataque de ira, cinco minutos de ira incontrolada, pueden agotar la energía emocional de un día en cinco minutos, a esto se debe que la gente que siempre está enfadada rara vez produzca algo constructivo.

De modo que, empezamos por eliminar la expresión de las emociones negativas ¿Y como lo logramos? Utilizamos algunas de las leyes que conocemos. La primera y naturalmente la más importante, es la ley de la sustitución. La ley de la sustitución, significa que encontramos otras cosas que decir. Recuerden, la mente no es un vacío, nos concentramos, utilizamos la autodisciplina para llevar nuestra mente a algo positivo y centrar nuestra mente en algo positivo. Es como cambiar la dirección de una luz. Al centrar nuestra mente en algo positivo no podemos pensar al mismo tiempo en lo que nos preocupa. También sabemos que, si nos ocupamos en hacer algo constructivo, la acción en sí –puesto que requiere nuestra participación mental y física, elimina la emoción negativa.

No estamos hablando de reprimir. Hay gente que dice que se deberían reprimir estas emociones ¿Se deberían reprimir? Quiero decir, si uno se siente así, ¿debería hacerlas desaparecer bajo la superficie? En absoluto. Hallen motivos para no expresarlas, hallen motivos para no ser negativos en principio, hallen motivos para no expresar emociones negativas.

Ahora bien, ¿cuáles son algunos de estos motivos? Algunos de los más sencillos son: “soy responsable”. Cuando uno dice: “soy responsable”, resulta muy difícil culpar a los demás. Recuerden que hemos dicho, que casi todas nuestras emociones negativas surgen de nuestra tendencia a culpar a alguien o algo de algún aspecto de nuestras vidas que no nos satisface. Cuando uno dice: “yo soy responsable, soy responsable, soy responsable, soy responsable…” cuando lo repetimos una y otra vez, nuestra tendencia a ser negativos disminuye. Nuestra tendencia a ser positivos aumenta. Cuanto más utilicemos la ley de las sustitución diciendo: “yo soy responsable”, más se debilitan nuestras emociones negativas y con el tiempo se puede llegar a un punto en el que las emociones negativas ejercen una influencia minúscula o menor sobre nuestra vida.

Es como si tuviéramos algo, entre un cero por ciento de emociones negativas y un ciento por ciento de emociones negativas. De hecho, una de las características de una personalidad sana es que se corresponde a una persona que está a este extremo de la escala. Ahora bien, todos estamos en algún punto de esta escala, moviéndonos en una u otra dirección. La pregunta que debemos hacernos es: ¿qué porcentaje de nuestra conversación con nosotros mismos, qué porcentaje de nuestra conversación con los demás, qué porcentaje de nuestros pensamientos son negativos y destructivos y desvalorizadores? ¿Qué porcentaje son positivos, constructivos, edificantes?

Y nuestro objetivo consiste en recordar que todo cuenta. Que no es posible para ustedes o para mí crecer como seres humanos, no nos es posible evolucionar con nuestras emociones negativas intactas. Que el único modo en que podemos lograr nuestra potencialidad, es dedicándonos continuamente a frenar la tendencia hacia la expresión de las emociones negativas.

Existe una ley muy importante, llamada la ley del hábito. ¿Recuerdan la ley del hábito? La ley del hábito dice que “en ausencia de una influencia externa, continuaremos actuando igual indefinidamente”. La expresión de las emociones negativas es un hábito. La expresión de estas emociones es la razón principal por la que la gente fracasa en lograr su potencialidad. La expresión de las emociones negativas es el motivo número uno por el que la gente fracasa en la vida. ¿Por qué? Se debe a que la expresión es la manifestación externa de la condición mental interna. Según expresamos emociones negativas –y a veces las suprimimos o las reprimimos o las encerramos en nuestro interior, según suprimamos o reprimamos las emociones negativas o las explicamos de manera externa, producen exactamente el mismo efecto.

¿Recuerdan que hemos hablado de la ley de la expresión? La ley de la expresión, dice que “todo lo que se imprime se exprime”. Esto significa que, lo que imprimamos en la mente subconsciente por medio de imágenes, de palabras, de lo que leemos, se exprime en nuestra realidad en el sentido de que se manifiesta y se convierte en parte de nuestro mundo físico. Pero también hemos hablado de la ley de la inversión. ¿Recuerdan que la ley de la inversión dice que, al igual que el estado objetivo crea el estado subjetivo, en otras palabras, que el logro de la meta nos produce la sensación de ser triunfadores, también la sensación de ser triunfadores nos permite lograr la meta? La ley de la inversión dice que: “todo lo que se exprime se imprime”. Así que, lo que esté diciéndose a sí mismo o a los demás, lo está imprimiendo en su mente subconsciente y se expresará de manera simultánea como parte de su realidad.

¿Comprenden? Yo he dedicado como mil horas a estudiar este asunto para comprenderlo bien y he mirado a mi alrededor y he viajado por todo el mundo, he mirado a mi alrededor y he observado a la gente que es infeliz y lucha y no triunfa y he intentado averiguar a qué se debía. Y finalmente, he llegado a darme cuenta por medio de esta lectura de que esta era la respuesta; que la mayoría de la gente dedica la mayor parte de su tiempo a la expresión de emociones negativas, pensamientos negativos, ideas negativas, opiniones negativas, críticas negativas, desvalorizaciones.

A partir de la primera infancia, esto conduce a sentimientos de culpa, de inutilidad, a un amor propio reducido, al miedo al fracaso, al rechazo, al miedo a las pérdidas, al miedo a la carencia, al miedo a la limitación, al miedo a la mala salud, etcétera.

La expresión de las emociones negativas es la clave para la comprensión del éxito y del fracaso. De modo que, cuando hablamos -cuando ya lo hemos hecho muchas veces, cuando hablamos de la importancia de una actitud positiva, a veces la gente me dice -cuando charlamos el tema que estamos comentando: “bueno eso no es más que pensamiento positivo, lo único que usted hace es pensar positivamente”. Yo contesto: “sí, pero el pensamiento positivo es igual a la salud mental, el pensamiento negativo es igual a la enfermedad mental”.

Cuando hablábamos de reprogramar la mente para el éxito, hablábamos de programas informáticos para el cerebro, hablábamos de la importancia del grupo de referencia. El grupo de referencia son las personas con quienes uno se relaciona. Si uno se relaciona con personas que de manera habitual expresan emociones negativas, es igual que si se relacionará con personas que padecen enfermedades contagiosas y una enfermedad transmisible es igual a logros insuficientes y a fracaso en la vida.

El 95% de todo lo que decimos y hacemos y pensamos está determinado por las influencias externas, por el poder de sugestión a nuestro alrededor y podemos elegir. ¿Saben que tienen la capacidad de hacer algo grande, de hacer algo maravilloso con su vida? ¿Saben que tienen la capacidad de hacer mucho más de lo que han hecho nunca? ¿Saben que tienen capacidad para ganar más, para ser más felices, para lograr más, para obtener más serenidad y satisfacción de la vida de las que nunca han tenido? Si no saben esto en este punto del curso, entonces es que no me he sabido explicar bien.

La clave es esta deben considerar su vida en términos de lo positivo frente a lo negativo. Deben considerar su vida en términos de que todo cuenta. Deben considerar su vida en términos de todas las influencias que dejan pasar a su entorno sugestivo. Debe mirar su vida en términos de la gente. Debe mirar su vida en términos de programas de televisión; los programas de televisión… la persona media ve entre tres y cinco asesinatos, violaciones o ataques violentos cada noche en la televisión. El adulto medio ha visto más de 20.000 muertes violentas en la televisión cuando llega a la edad adulta, si han visto la televisión desde la infancia.

¿Produce esto un efecto sobre sus vidas? ¿Produce un efecto sobre su actitud? ¿Produce un efecto sobre su éxito? La ley de la correspondencia dice que “cada persona tiene en su interior un programa mental o un equivalente mental y todo en su mundo externo será consecuente, estará exactamente armonizado con ese equivalente mental”. Si desean convertir su realidad externa en algo positivo, maravilloso, feliz e interesante, el punto de partida para lograrlo es la eliminación de las influencias negativas, la eliminación de la expresión de emociones negativas, el alejamiento de las personas negativas, de los libros negativos, las revistas negativas, los programas de televisión negativos y centrar la mente sólo en lo que quiere ser y tener y hacer.

Este es el punto de partida para la salud mental, la salud física y para todo éxito y felicidad en la vida.

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