(20 DE 27) TECNICAS CREADORAS PARA LA SOLUCION DE PROBLEMAS
Técnicas creadoras para la solución de problemas – Módulo 20
Recordarán que hemos hablado de una encuesta en la que se verificó el coeficiente de inteligencia de mil personas elegidas al azar; y se averiguó, que la diferencia entre el coeficiente de inteligencia de la persona menos inteligente, y el de la persona más inteligente, sólo era de 2 veces y media. Y recordarán, que comentamos en relación con los ingresos, que la gente que gana 25 millones al año no es 10 veces más inteligente que la gente que gana 2 millones y medio.
Pues bien, este es un tema que me ha intrigado durante años y sobre el que he elaborado unos cursos que he enseñado a ejecutivos y administradores de las principales empresas; y he desarrollado algunas ideas bastante interesantes en relación con la inteligencia, en sí, con el coeficiente de inteligencia; y les diré que me gustaría transmitirles un concepto que es este: “la inteligencia es un modo de actuar”. La inteligencia no depende del coeficiente; no depende de la formación académica, no depende de los antecedentes, de las relaciones, de las notas, ni de nada de eso.
Hay muchas personas muy inteligentes, que no son capaces de ganarse la vida; hay personas con varios títulos universitarios que están en paro. Pero, también hay personas que no terminaron los estudios secundarios y están a la cabeza de empresas de primera línea; porque la inteligencia es un modo de actuar.
Lo que he averiguado es que si uno estudia el modo de actuar de la gente inteligente (con esto quiere decir que la gente que logra los resultados que desean), y si uno actúa; utiliza su mente, del mismo modo que ellos lo utilizan, empezará a funcionar en el mismo nivel de inteligencia que ellos, sea cual sea el coeficiente de inteligencia o las circunstancias de uno.
Pues bien, comencemos por esta frase elemental: “la inteligencia es un modo de actuar”; en otras palabras, si uno actúa de manera inteligente entonces uno es inteligente, si no actúa de manera inteligente, entonces no es inteligente, por muy brillante o culto que puede ser. En ese sentido, uno de los estudios que realicé hace un par de años, analizaba la investigación sobre los genios, ¿cuáles son las características de los genios? De las personas que según sus iguales funcionan a unos niveles excepcionales de inteligencias, con coeficientes de inteligencia de más de 140 e incluso de 150, 160, 170, 180, etcétera. Y lo que averigüé es que hay 4 claves para el genio; y que las 4 son comportamientos que se pueden aprender, y si uno aprende estas 4 claves, puede funcionar a un nivel de inteligencia doble de su nivel actual.
De modo que, ¿Cuáles son las 4 claves?
La primera clave del genio es la claridad. La claridad es esencial; de hecho, una y otra vez, hallo que el motivo por el que las personas fracasan, es que no saben lo que quieren. No tienen claro dónde van; sus metas son difusas, sus valores son difusos, sus alternativas y sus opciones son algo borrosas. Mientras que la gente con éxito goza de una enorme claridad. Imaginen que tienen una cámara fotográfica y que cada vez que la enfocan de manera que el objeto quede perfectamente claro, están en onda. Esto significa que cada vez que alguien les haga una pregunta o que piensen en sus metas, sus metas deberían estar especialmente claras. Por eso hemos hablado de escribirlas; de escribirlas claramente, basarlas en un plazo de tiempo, hacerlas mensurables, especificarlas, utilizar un lenguaje vivo para lograrlas; porque cuanto más claras sean sus metas, más se centrará su mente en lograrlas.
Otra cosa que tienen que tener clara es ¿cuáles son sus problemas? Recuerden que dije que hay que identificar los obstáculos que se interponen entre ustedes y sus metas. Que hay que definir los grandes obstáculos, los pequeños obstáculos; y definirlos con claridad. ¿Qué se hace en medicina? En medicina, sencillamente se sigue un proceso de diagnóstico hasta hallar el problema específico que causa la enfermedad; y cuanto más claro se defina el problema, más fácil resultará la solución.
Las personas desgraciadas y fracasadas en la actualidad no son personas poco inteligentes o incapaces. Tienen más bien, una idea borrosa acerca de sus metas y también de sus problemas.
Y finalmente, algo que es más importante que todo lo demás… sus resultados. Se tiene que pensar en este más que en los otros 2 puntos. ¿Cuál es el resultado que desean? ¿Dónde quieren estar al final del proceso? En otras palabras, ¿qué aspecto tendrá, qué sensación dará? No el proceso que lleve a ella, sino el resultado que se persigue. Y con frecuencia se enfoca en los resultados mejor que las metas; porque, lo crean o no, a veces las metas pueden estar equivocadas. A veces los problemas no son los problemas adecuados; pero, si uno sabe cuál es el resultado, si sabe cómo quiere que sea, si sabe que quiere una casa de 400 metros cuadrados, moderna, con comodidades, con un despacho para uno y una sala de juegos para los niños y 2 plazas de garaje, etcétera. Si es este el resultado que desea, entonces el barrio donde uno viva, el modo de obtener la casa, alquiler, compra, etcétera; se arreglan por sí solo siempre que uno se preocupe del resultado.
De modo que, la segunda clave para funcionar como un genio es… la concentración. La concentración. Todos los genios, la gente muy inteligente; son personas capaces de concentrarse al cien por cien, en una cosa, al tiempo y de concentrarse en lo más importante. Los que no son genios; la gente con una inteligencia limitada, intentan hacer de cosas distintas; se concentran en un montón de cosas y como no pueden hacer que su inteligencia se centre, como un puño, sobre un problema individual, nunca parecen capaces de resolver nada.
De modo, que la capacidad de concentración (y esto lo estudiamos cuando hablamos de cómo administrar el tiempo), la elaboración de una lista de todas sus metas y de todos los problemas que hay en el camino, la selección de uno o dos que son los más importantes, seleccionar el número uno y trabajar sobre el número uno, y perseverar con exclusividad hasta haberlo terminado son… la clave absoluta del genio. Porque, cuanto más se concentra uno como un rayo láser, cuanto más se concentra uno, más se aplica la inteligencia a destruir el problema que bloquea el camino o avanzar hacia la meta.
La tercera cualidad del genio que se puede desarrollar es, la capacidad de mantener abierta la mente. Verán, la gente muy inteligente, tiende a tener una mente abierta, en el sentido de que están dispuestos a estudiar varios enfoques distintos; están dispuestos a distanciarse de la situación, dispuestos a hacerse muchas preguntas, están dispuestos de hacer preguntas como: “¿por qué no?” Y como “¿cuáles son las premisas?” “Tenemos este problema ¿cuáles son las premisas?” “¿Podrían nuestras premisas estar equivocadas?” Saben, las premisas equivocadas están al fondo de la mayoría de los fracasos.
Premisas. ¿Cuáles son sus premisas? Cuando me dedico a la investigación o el asesoramiento para grandes empresas o incluso para pequeñas, me doy cuenta de que cuando tienen problemas en el Mercado, su premisa… suele estar equivocada; equivocada respecto al producto, al servicio, respecto a la competencia, respecto al cliente, etcétera.
De modo que, ¿cuáles son sus premisas? Mantengan abierta la mente y estudien la gama de modos distintos de enfocar el problema en cuestión.
Otra buena pregunta que uno se puede hacer es “¿qué otro problema puede haber?” “Nos parece que éste es el problema, ¿qué pasaría si el problema fuera totalmente distinto a lo que hemos estudiado?” De modo, que mantengan la mente abierta, sean flexibles, sean fluidos, estén dispuestos a estudiar toda una gama de enfoques distintos.
Y la cuarta característica de los genios, lo que resulta sorprendente, es que tienen un método sistemático o una metodología sistemática (si lo prefieren) o métodos sistemáticos para resolver los problemas. No son gente de medias tintas. Finalmente, una vez que un genio ha aplicado una serie de métodos sistemáticos a menudo sucede que de resultas de este proceso de concentración, sencillamente eliminan el tema de su mente, y en un momento determinado el superconsciente les da la respuesta que andaban buscando; pero antes de llegar a esto, aplican métodos sistemáticos, por así decirlo, de pensamiento organizado.
La mayoría de la gente no hace esto; lo que hacen es lanzarse sobre un problema igual que un perro se lanza sobre un coche que pasa y hacen: “guau, guau, guau, guau, guau, guau” y persiguen al coche; o se lanzan sobre una manta como lo hace un cachorro, y la rompen… dan vueltas y vueltas con ella y luego la tiran.
Las personas inteligentes enfocan cada problema de forma lógica, sistemática, organizada.
Así que hablemos de estos métodos de pensamiento creador, que ustedes pueden utilizar como un radio destructor de partículas. Que pueden utilizar para destruir entre el 90 y el 95 por ciento de cualquier problema con que se hayan de enfrentar; cualquier obstáculo, cualquier cosa que les bloquee el camino.
Y el primero es lo que yo llamo “la tormenta de ideas”. La tormenta de ideas es una técnica muy sencilla, se desarrolló hace muchos, muchos años. Uno lo puede hacer por su cuenta o con otras personas. Más personas se han hecho ricas con esta técnica que con cualquier otra que yo conozca, yo mismo la he utilizado durante años y es increíble el modo en que hace que uno pueda hallar soluciones estupendas, incluso para los problemas más complejos.
La tormenta de ideas a menudo se conoce como “el método de 20 ideas”. Lo único que se necesita, para utilizar este método de 20 ideas es una hoja de papel, un lápiz y disciplina. ¿Por qué no utiliza la gente este método más a menudo?
A – Porque no lo conocen.
B – Porque no son tan disciplinados como para utilizarlo.
Pero si ustedes lo utilizan de manera sistemática los resultados le sorprenderán desde el principio.
El método es así de sencillo; tomen una hoja de papel, (el mejor momento para hacerlo es nada más levantarse por la mañana) y escriban su meta u objetivo principal en la parte superior de la hoja en forma de pregunta. Digamos que quieran aumentar sus ingresos de 3 millones a 4 millones y medio a lo largo de los próximos 12 meses; lo que deben hacer es escribir en la parte superior de la hoja “¿qué puedo hacer para ganar 4 millones y medio a lo largo de los próximos 12 meses?” Esa sería la pregunta. O digamos que se trata de un asunto de administración del tiempo, “¿qué puedo hacer para lograr dos horas adicionales de trabajo productivo cada día?” O digamos que se trata de un asunto de salud, “¿qué puedo hacer para perder 2 kilos al mes hasta lograr mi peso ideal?” Escriban esto en la parte superior de la hoja en forma de pregunta y esfuércense por escribir 20 respuestas distintas. Insistan en esforzarse por escribir 20 respuestas distintas. Las 3 o 5 primeras respuestas se le ocurrirán con facilidad; las 3 o 5 siguientes son más difíciles; las 10 últimas les harán sudar sangre porque su mente, si no la han utilizado de manera habitual, responderá muy despacio a esta exigencia, al igual que un músculo respondería muy, muy despacio; pero después de 1 semana, de 1 mes, de 2 o 3 meses, serán capaces de dedicar a este ejercicio… toda la tarde.
De modo que escríbanlo en la parte superior de la hoja y generen 20 respuestas y a continuación una vez hecho, seleccionen una respuesta y ponganla en obra inmediatamente; así de sencillo. Si hacen esto, verán que esta técnica es tan potente que resulta sorprendente. Se les ocurrirán unas respuestas que les dejarán atónitos, irán escribiendo cosas que jamás pensaron pudieran existir en su mente.
He hecho hacer este ejercicio a muchos grupos ejecutivos y les he visto venir a mí y decirme: “sabe, a veces la respuesta número 20 vale más que las otras 19 juntas”. Ha habido personas que me han dicho que la respuesta número 20 al obligarse a escribir 20 respuestas, la número 20, a veces, es la respuesta que llevan buscando desde hace 6 meses.
De modo, que utilicen este ejercicio y luego elijan una respuesta y pónganla en marcha inmediatamente. ¿Por qué? Porque esto hace que su seriedad ante este proceso, se fije en el subconsciente y en el superconsciente. Si hacen esto 5 días por semana, todas las mañanas antes de empezar el día; y si hacen estos 50 semanas al año (descontamos 2 semanas de vacaciones y los fines de semana, cuando no tienen que pensar en lo absoluto), al final del año se le habrán ocurrido unas 5.000 ideas. Si multiplican una idea al día, por 5 días por semana, por 50 semanas al año, les dará 250 ideas al año que podrán aplicar a lo largo de la vida, en un mundo donde la persona media… no utiliza ni una.
¿Les parece que si utilizarían este método de manera sistemática cambiarían sus resultados? ¿Creen que se utilizaran este método de pensamiento creador de manera habitual empezarían a ver algo de progreso o algunos cambios? Lo más interesante es que si utilizan este método todos los días; y he de decirles con toda honradez, que personalmente no lo puede utilizar más que 3 días seguidos, porque al tercero se me ocurren tantas ideas que no tengo tiempo en todo el día para ponerlas en obra… y son buenas ideas, ideas válidas, prácticas, y en muchos casos soluciones del superconsciente que se desparraman por la hoja; son corazonadas que a veces valen miles, decenas de miles; y he tenido ideas que han valido cientos de miles, incluso millones de pesetas.
Yo asesoro a varias empresas. De vez en cuando, por medio de este ejercicio; se me ocurre una idea mientras estoy haciendo una asesoría para estas empresas que les representarán millones de pesetas, porque será una destilación única en una serie de factores que cristalizan de repente, al igual que un flash hace que la fotografía reproduzca todos los detalles. De repente se cristalizará de manera súper consciente ¡y allí está la idea! Así que les animo a utilizar este método a partir de hoy mismo; tomen cualquier meta, cualquier problema, cualquier dificultad; escríbanlo en forma de pregunta e inténtenlo una vez, y le sorprenderá la eficacia con que funciona.
De hecho, mucha gente, cientos de personas que han seguido mis seminarios, me han dicho que esa idea cambió su vida profesional, cambió su negocio, cambió su vida familiar, cambió muchos, muchos aspectos de su vida.
Muy bien, pues el segundo método que quiero enseñarles es un método que pueden utilizar por su cuenta; pero, también en grupos. También lo pueden utilizar como una forma de solución de problemas colectiva y es un método sistemático desarrollado en parte en la universidad de Harvard y en parte por una serie de especialistas en pensamiento creador y de grupos de expertos, que yo he combinado en un único modo; ¡es… fenomenal! Es como lanzar una bala de cañón, a una hoja de papel de seda. Nunca he visto un problema que no se puede resolver por medio de este método tan sencillo. Pues bien, consta de nueve puntos:
Punto número uno, el punto de partida son las expectativas confiadas. Las expectativas confiadas parecen abrirnos la mente, relajar el cerebro, activar el súper consciente; y parecen ponernos en onda con la solución de un problema o de una dificultad a nivel superior.
De modo, que las expectativas confiadas son muy sencillas. ¡Asuma una solución lógica! Cuando se enfrente con cualquier tipo de dificultad asuma una solución lógica y factible; dígase: “pues bien, aquí hay una solución lógica y factible, sin problemas”. Dígase eso: “nada de preocuparse, no hay problemas; tiene que haber una solución en algún lugar”. Esta actitud de expectativa confiada parece abrir la mente creadora y hacer que funcione mucho mejor.
Paso número 2, para mantener la actitud positiva y optimista de la mente utilice un lenguaje positivo. Utilice… un lenguaje positivo. ¿Qué queremos decir con esto? Pues bien, hay ciertas palabras en cualquier lengua que pueden elevar o bajar la temperatura de la sangre; que nos hacen sentir ansiedad o temor o felicidad o regocijo; de modo, que la utilización de las palabras es importante. Es importante utilizar las adecuadas. Por ejemplo: la palabra “problemas”.
La palabra problemas es negativa, tiene connotaciones negativas, nos hace sentir tensión, nerviosa y ansiedad; hace que nuestras mentes lleguen a cerrarse. En vez de esta palabra utilice “situaciones”. ¡Situaciones! Y esto es maravilloso, es una palabra neutral, no es ni positiva ni negativa. Un problema, es algo con lo que hay que luchar; una situación, es algo que hay que resolver. Escriba problema igual a lucha, contratiempo, coste, dificultad, decepción; pero, una situación es sencillamente algo que hay que resolver. Cuando uno empieza de repente a describir las cosas como situaciones: “¡Vaya! he aquí una situación interesante… nos han robado el coche”; “Bien, esta es una situación interesante, se nos ha quemado la casa”; “Vaya esta es una situación interesante”. Esto hace que su mente se dedique a resolver la situación en lugar de dejar que la situación la venza.
Una palabra aún mejor es “reto”; y muchas empresas y muchos individuos, ahora utilizan solo la palabra reto porque es positiva. Un reto es algo que uno acepta, un reto es algo positivo que uno acepta; de modo, que en lugar de llamarlo problema llámelo reto: “he aquí un reto interesante” o “este año nos estamos enfrentando con algunos retos interesantes” o “parece que este año vamos a tener algunos retos inesperados” o “se nos ha presentado un reto verdaderamente importante”. Pero un problema descrito como un reto es algo que saca a la luz lo mejor de uno; la mente empieza a trabajar a todo vapor para pensar cómo hacer frente al reto.
Y la mejor de todas es la palabra “oportunidad”. La palabra oportunidad es muy positiva. Oportunidad sugiere algo, de lo que uno se aprovecha. Lo interesante es que en todas nuestras investigaciones vemos que dentro de todo contratiempo, dificultad, de todo problema, de toda situación, o reto, hay una oportunidad oculta. Hay algo que se puede aprender, hay algo que se puede ganar, hay una ventaja y un beneficio ¡hay algo! Y sabemos gracias a la ley de la sustitución, que si buscamos la oportunidad en cualquier situación no podemos pensar al mismo tiempo en lo que nos produciría tensión nerviosa y ansiedad. Uno no puede pensar en ello como un problema y como una oportunidad al mismo tiempo; el pensamiento positivo anula el pensamiento negativo.
De modo que, cuando estudiamos a las personas de éxito, vemos que son las que centran sus mentes en lo que desean y buscan la oportunidad, el reto, el aspecto positivo de cualquier contratiempo o dificultad.
Recuerden, hemos hablado de la mente superconsciente; de lo que los contratiempos y las dificultades a menudo se presentan para decirnos que cambiemos de rumbo o dirección, que volvamos al buen camino, que lleguemos a donde vamos. Así que, en lugar de frustrarnos o trastornarnos, veámoslo como una gran posibilidad y busquemos en ello la ventaja o el beneficio.
El tercer paso a la hora de enfrentarse con cualquier situación o reto consiste en definirlo con claridad. Definirlo con claridad. Por cierto, yo utilizo este método continuamente, tomo cualquier meta o dificultad que se me plantee y le aplico toda esta cuestión; le aplicó el análisis y al final siempre hay una solución. Defínanlo con claridad, piense sobre el papel, háganlo por escrito, piensen sobre el papel. Toda la gente con éxito piensa sobre el papel; la gente sin éxito no piensa sobre el papel. ¿Por qué no piensa así la gente sin éxito? Porque son demasiado perezosos. Piensen sobre el papel, escríbanlo, díganse: “¿qué es lo que me preocupa? ¿Cuál es la dificultad, cuál es la situación?” Defínanlo con claridad.
¿Recuerdan lo que dijimos en otra ocasión? La claridad es una característica del genio; la imprecisión es una característica del fracaso.
Número 4, pregúntese ¿cuáles son las causas posibles? La tendencia natural en nuestra sociedad de impaciente, si llegamos a una definición de la dificultad o el reto es precipitarnos a una conclusión; y decir: “vamos a hacer tal cosa”. En lugar de esto; lo que hace un medico por ejemplo, es dar un paso atrás y decir: “muy bien, siente un dolor, tiene una dificultad, tiene un trastorno que se manifiesta con estos síntomas; ahora, veamos cuáles pueden ser las causas; ¿qué come usted, qué bebe? ¿Qué tipo de vida lleva, qué tipo de tensión se produce en su vida?” Y así sucesivamente. A veces el 50 por ciento de todas sus dificultades se pueden resolver definiéndolas claramente. Otro 25 por ciento de sus dificultades, se puedan resolver determinando sus causas.
A veces, si uno puede determinar cuáles son, uno dice: “muy bien, pues, si esa es la causa”; y a continuación elimina la causa y la situación se resuelve.
El quinto paso. Si no lo ha podido resolver durante el paso número 3 o el 4, el paso siguiente es decir ¿cuáles son las posibles soluciones? ¿Cuáles son todas las posibles soluciones? No sólo todas las soluciones lógicas, vaya más allá. Si se le ocurre rápidamente una solución, que parece la lógica, pregúntese: “¿qué pasaría si no funcionará, qué otra cosa podríamos hacer?”
Roger Vanuack dice: “busque siempre lo que se llama la segunda respuesta correcta”. Una vez que haya hallado la respuesta correcta y se haya dicho: “bien, esta parece ser la respuesta a esta dificultad”, pregúntese: “¿cuál es la segunda respuesta correcta?” Un ejercicio excelente, porque si la primera solución no funciona ya tienen una segunda desarrollada. Así que, pregúntense: “¿cuáles son todas las soluciones posibles? ¿Cuál es la solución, cuál es el contrario de la solución? ¿Qué pasaría si no hiciéramos nada, qué pasaría si hiciéramos el doble de esfuerzo? ¿Qué pasaría si intentáramos una cosa totalmente distinta, qué pasaría si utilizáramos el pensamiento lateral; si en lugar de cavar más hondo en ese agujero caváramos un agujero distinto? ¿Y qué si abandonáramos este mercado por complete? ¿Qué pasaría si abandonáramos esta colocación o esta relación por complete, en vez de intentar resolver la colocación o la situación? ¿Qué pasaría si nos marcháramos a otro sitio y volviéramos a empezar? ¿Cuál sería la segunda respuesta correcta?”
He aquí un punto crítico, de este punto en adelante, una vez que hayan llegado al número 5 piensen y hablen de soluciones exclusivamente. Piensen… y hablen de soluciones exclusivamente. Verán, debido a la ley de la concentración, debido a la ley de la sustitución, debido a la ley de la atracción ¿qué sucede? Les diré lo que sucede:
La mayoría de la gente habla de problemas todo el tiempo, piensan en problemas, les preocupan, imaginan convivir sin los problemas, comentan los problemas y tienen más y más y más y más problemas. La ley de la sustitución dice que: “si uno piensa en y habla de problemas la mente queda ocupada por la negatividad”. La ley de la atracción dice que: “si uno piensa en y habla de los problemas uno atraerá más problemas a su vida”. La ley de la correspondencia dice que: “cuanto más se piense y se hable de los problemas, cuanto más preocupen la mente, más se va a caracterizar el mundo externo de uno por los problemas”.
La diferencia entre los ganadores y los perdedores; entre los héroes y los que no lo son; entre los éxitos y los fracasos, es esta:
Que la gente de éxito, los ganadores, están orientados hacia las soluciones. Orientados hacia las soluciones; piensan en soluciones, hablan de soluciones, siempre están haciendo la pregunta, ¡la gran pregunta! “¿qué hacemos ahora? ¿Qué podemos hacer desde aquí?” En otras palabras, siempre se orientan hacia el futuro. Siempre orientados… hacia el futuro. Los perdedores siempre están orientados hacia el pasado; los perdedores siempre quieren saber quién lo hizo, ¿quién tuvo la culpa, quién es responsable? ¿Cómo podemos abandonar algo muy costoso?
El ganador siempre mira hacia adelante, dice: “¿a dónde vamos desde aquí, qué hacemos desde aquí, cuál es la solución desde aquí? ¿Cómo podemos mejorar esta situación; cómo podemos ajustarla, adaptarla, modificarla?” Etcétera. Una vez que se ha llegado aquí, el paso siguiente es muy sencillo.
Número 6, tome una decisión. Tome una decisión; cualquier decisión es mejor que ninguna. El 80 por ciento de las dificultades deberían resolverse, y la decisión debería tomarse en este punto, precisamente en el momento en que se plantean. En otras palabras, cuando uno tiene una dificultad ese es el momento de tomar el 80 por ciento de todas sus decisiones. La indecisión por cierto, la falta de decisión es el principal motivo del fracaso. Las personas indecisas no logran el éxito en su vida. Tener capacidad de decisión es más importante que tener razón; ya que, cuantas más decisiones se toman, más reacciones se logran; más listo se hace uno, más precisa se hacen las decisiones. Cuantas menos decisiones se tomen, menos reacciones se producen, menos se aprende, peor toma uno las decisiones. De modo, que tomen una decisión.
Recuerde, el 80 por ciento deberían tomarse ahora mismo, y el resto se pueden tomar sencillamente diciendo: “muy bien, no puedo tomar la decisión ahora mismo, necesito más información, me fijaré una fecha tope; el jueves a medio día tomaré una decisión, disponga la información de que disponga”.
Por cierto, esto alivia mucho la tensión; la alivia enormemente. Tome decisiones; la indecisión es una gran fuente de tensión.
El número siete es, delegue responsabilidades. Delegue responsabilidades. En otras palabras, hágase la siguiente pregunta, ¡la gran pregunta! “¿quién va a hacerlo? ¿Quién va a hacerlo?” Muy a menudo la gente hace este ejercicio; toma la decisión, se sienten contentos, felices, desaparece la tensión y las dificultades, y luego vuelven al trabajo y llegan a una reunión 2 semanas después y nada se ha hecho porque a nadie le ha sido asignada una responsabilidad específica. Esta es probablemente la palabra, una ¡responsabilidad específica! ¿Quién va a hacer qué exactamente?
Esto nos lleva al número 8, establezcan una fecha tope. Digan: “quiero que esto esté hecho para tal día”. “Vamos a ponernos de acuerdo en que va a estar hecho tal día”; “el día el jueves a las 12 del medio día lo volveremos a estudiar”.
Y por supuesto, una vez que se ha establecido una fecha tope, el número 9 es ¡tomen acción, observen! Saben, un estudio de administración del tiempo, muy interesante que leí hace poco, dice que: “el 20 por ciento del trabajo; el 20 por ciento inicial; suele representar el 80 por ciento del valor del trabajo”. Si consiguen hacerlo despegar, se dice: “bien empezado, mitad terminado”.
Y el número 10 es, haga una inspección de su previsión. Haga una inspección de su previsión. Una de nuestras normas más importantes para el éxito en la vida es que una vez que haya acordado que se ha de hacer algo ha de inspeccionarlo, verificarlo, controlarlo, seguirlo, mantenerse al tanto.
Un buen amigo mío dice que: “hay que delegar, pero no abdicar”. Tomen una decisión. Una vez que hayan delegado, que hayan pedido a alguien que lo haga, mantengan el contacto con esa persona; si es importante para usted que esté terminado para una fecha, será importante para usted verificarlo y hacer un seguimiento.
Bien, hay un último método de pensamiento creativo que pueden utilizar con su marido o su mujer, con sus compañeros de trabajo, sus amigos, sus socios; uno de los métodos más potentes jamás desarrollados, comentado por primera vez por Alex Osborn en su libro “Applied Imagination” en 1946 que se llama “tormenta de ideas”. Las tormentas de ideas… son estupendas. Y no voy a escribirlo todo en el tablero, sencillamente les daré una descripción de lo que se necesita para hacerlo bien:
- Número 1, el grupo ideal para las tormentas de ideas se compone de entre 4 y 7 personas. Menos y no se obtiene la energía potencial; más y el grupo empieza a ser difícil de controlar; de modo que, entre 4 y 7 personas, todas sentadas y en armonía.
- El paso número 2 consiste en definir el asunto con claridad. Y cuanto más sencillo y preciso sea y cuanto más específica sea la solución que se esté buscando, mejor funcionará la tormenta de ideas. Por ejemplo: en una organización de ventas no se debe decir: “¿qué podemos hacer para aumentar las ventas?” Porque ésta es una pregunta muy vaga, borrosa ¡recuerden! mucha claridad. A lo que habría que decir sería: “¿qué podemos hacer por aumentar nuestras ventas en un 20 por ciento durante los próximos 90 días?” Entonces todo el mundo puede centrar sus mentes en el tema.
- El tercer punto con respecto a las tormentas de ideas es, el tiempo. La duración idónea de una tormenta de ideas es de entre 15 y 45 minutos; 30 es el ideal. Lo que se hace es decir: “vamos a tener una tormenta de ideas sobre este asunto; sobre qué es lo que puede aumentar nuestras ventas en un 20 por ciento durante los próximos 90 días, y vamos a hacerlo entre las 4:15 y las 4:45”.
- El siguiente paso es la generación de ideas. Esto es de una importancia crucial. En lugar de generar ideas y a continuación evaluarlas, lo que se hace es lo siguiente, que es lo que Osborn averiguó, lo que dijo fue: “lo que obstaculiza las tormentas de ideas es que se produce el proceso de generación de ideas”. Si a alguien se le ocurre una idea y otro dice: “eso no funcionaría ¡qué tontería! eso es ridículo, ya lo hemos intentado antes”; en cuanto alguien hace un comentario crítico acerca de una idea todo el mundo se calla y sigue ahí sentado lleno de dudas. ¿Por qué? Pues, porque cuando se critica una idea se activa el miedo al rechazo que existe en lo más hondo y que nos viene desde la primera infancia.
De modo, que lo que hay que hacer es dividir. Se separan la evaluación de ideas; esta sección la generación de ideas por medio de una pared de tiempo; de modo, que se pone tiempo entre ambas. Y aquí, lo que se desea es cantidad de ideas; de modo, que en una sesión de 30 segundos digamos de 30 minutos, se dice: “veamos cuántas ideas podemos generar centrándonos en el modo de aumentar nuestras ventas en un 20 por ciento durante los próximos 20 días”. Y aquí pueden dedicar más tiempo, ¡y aquí van! Por la calidad.
¿Cuál es la función del jefe? En una sesión de tormenta de ideas el jefe no debe dominar, debe estimular. Un buen hombre de negocios (por cierto) reunirá a su personal o a sus socios de manera habitual, con el fin de estimularles, de manera que tengan una tormenta de ideas al menos una vez a la semana; pero no dominará la conversación. Escriban todas las respuestas, escriban… todas las respuestas; con mucha frecuencia. A alguien se le ocurrirá una respuesta durante una sesión de tormenta de ideas que será una solución del superconsciente. La solución del superconsciente podría ser tan excelente que incluso, a la que se le ocurrió y las personas que participaron en la sesión, no se dan cuenta de que representa un hito brillante. Pero, más adelante cuando se estudian las ideas y se evalúan, o cuando otra persona estudia las ideas, podría ser que dijera: “eso es lo que andamos buscando, es eso exactamente”.
De modo, que en cuanto al pensamiento creador recuerden esto (lo repetiré): que la inteligencia es un modo de actuar, que pueden funcionar con al menos el doble de la inteligencia que utilizan en la actualidad si hacen lo que hacen los genios. Tengan muy claro lo que desean; concéntrense exclusivamente en la meta, el problema, la situación o el resultado que desean; mantengan abierta la mente, sean flexibles y consideren todas las posibilidades, y a continuación, utilicen métodos sistemáticos para la solución de los problemas, como los que hemos comentado.
Intenten cualquiera de estos métodos, utilícenlos de manera habitual y sistemática y… les garantizo que les sorprenderá lo inteligentes que realmente son.