Cómo Duplicar Su Poder Mental – 18 de 27

Cómo duplicar su poder mental – Módulo 18

Albert Einstein dijo en una ocasión que: “todos los niños son genios al nacer”. Y las recientes investigaciones parecen indicar que todo el mundo conserva la capacidad de funcionar como un genio; siempre que haya en el campo adecuado. Lo que deseamos decirles en esta sesión es que ustedes son genios; ustedes tienen la capacidad de funcionar a niveles excepcionales en al menos un campo de su vida si es que pueden localizarlo.

El doctor Howard Gardner, de la universidad de Harvard, ha escrito un libro llamado “Frames of the Mind” (estructuras del cerebro). En el que estudia el hecho de que en la vida escolar sólo se miden dos tipos de inteligencia: la inteligencia matemática y la verbal, y que se considera que uno es inteligente en la medida en que disponga de capacidades matemáticas o verbales. Las pruebas estadounidenses de rendimiento académico, todas las pruebas de ingreso y de selectividad universitarias se basan en las capacidades verbales y matemáticas; pero, Gardner ha averiguado que también se puede tener inteligencia artística, inteligencia mecánica, intuitiva, musical, y la más importante de todas para lograr el éxito en la vida; (de hecho, una de las bases de este curso) es la inteligencia social; la capacidad de llevarse bien con los otros.

Mi hijita Cristina tiene 7 años. Puede que Cristina no saque unas notas extraordinarias en matemáticas o en lectura; pero les diré una cosa… cuando se trata de llevarse bien con la gente, Cristina es dinamita pura. Y, al ser así, sabemos que siempre que la animen y le den apoyo nunca tendrá problemas en la vida.

Volvamos al punto principal. Usted es un genio. Ese genio, esa inteligencia, esa capacidad creadora, es algo que es suyo por derecho. La creatividad es tan natural para usted como lo es respirar; y puesto que decimos que todos los niños son genios al nacer vamos a examinar un par de hechos interesantes:

En unos estudios recientes se analizaron los resultados obtenidos en unas pruebas de inteligencia por niños entre 2 y 4 años. Entre los 2 y los 4 años es cuando por primera vez se pueden realizar pruebas de inteligencia, y se pudo ver que, en el 94 por ciento de los casos, los resultados indicaban una elevada inteligencia y una elevada creatividad. A continuación se repitieron las pruebas con estos mismos niños a los 7 años, y se vio que solamente en el 4 por ciento de los casos, los resultados indicaban una elevada inteligencia y una elevada creatividad. ¿Cómo sucedió esto? ¿Por qué este espectacular descenso en la creatividad? Muy sencillo; entre los 2 y los 4 años y a la edad de 7 años estos niños hacían cosas, tocaban cosas, las probaban, las olían, se metían en todas partes. A los 2 y 3 años son terribles, a los 4 son fantásticos, etcétera.

Lo que pasó es que averiguaron que cuando hacían estas cosas, sus padres se enfadaban, sus profesores se enfadan, sus hermanos se enfadaban; les gritaban, les daban azotes y les desanimaban a la hora de hacer cosas nuevas, de explorar el mundo con el tipo de entusiasmo que los niños ponen en estas cosas. Averiguaron que si uno quiere salir adelante tiene que hacer lo que se espera de uno; así que, con el tiempo se volvieron pasivos y empezaron a ir al colegio y les entraron en filas ordenadas. Hablaban cuando levantaban la mano, les decían cuando podían ir al baño, etcétera.

Pero lo maravilloso es que, aunque esto haya sucedido, la creatividad se sumerge como un río subterráneo. Y lo que vamos a hacer en esta sesión es hablar de cómo se le puede hacer volver a la superficie.

Por cierto, en la universidad de Minnesota se realizó un interesante estudio hace algunos años, este estudio se basaba en una prueba psicológica realizada en la universidad para verificar qué factores llevaban a la creatividad en los niños, y lo que se hizo fue seleccionar a varias madres de la zona urbana de Minneapolis, que padecían retraso mental. Esto es, sus coeficientes de inteligencia, representaban un máximo de 80. Se localizó a cada una de estas madres en un momento en el que estaban teniendo hijos y se estableció un experimento por el que los estudiantes de la facultad de psicología iban a las casas de estas madres, recogían a los niños a una edad temprana, los llevaban a la universidad, lo situaban en un entorno donde podrían jugar, donde se les estimulaba, oían música, tenían juguetes; los estudiantes experimentaban con ellos y les mantenían ocupados. Los cogían en brazos y jugaban con ellos, etcétera. Al final de este experimento y según iba progresando, cuando llegaron a una edad en la que se les pudo hacer una prueba de coeficiente de inteligencia sobre los 5 o 6 años, se averiguó que los resultados de estos niños rondaban los 130 puntos (que como saben, se aproxima a lo excepcional) se considera que una persona con un coeficiente de inteligencia de 140 es un genio. Un coeficiente de inteligencia de 130 es de algunos puntos por debajo de lo que eso necesita para ser clasificado en el nivel superior. Cuando se les repitieron las pruebas un par de años después, el resultado medio fue un coeficiente de inteligencia de 132 puntos. ¿Cuál era la clave? ¿Cuál era la clave para este increíble desarrollo de la mentalidad? Averiguaron que la clave era la estimulación. La clave… era la estimulación.

Averiguaron que durante los años iniciales de formación de un niño, el nivel de inteligencia y creatividad que se desarrollaba está en proporción directa con la calidad y cantidad de estimulación que un niño recibe.

¿Qué significa esto para ustedes y para mí? Pues, significa que si tienen niños, lo mejor que pueden hacer es suministrarles un entorno que los estimule. Significa que si desea ser una persona muy creadora, lo mejor que pueden hacer para ustedes mismos es suministrarse una dieta que los estimule; distintos libros, cintas, ideas, personas, situaciones, entornos; incluso, el hecho de utilizar rutas distintas para ir al trabajo para ir al trabajo tiende a ayudarnos a romper con nuestra rutina y con nuestra zona cómoda y hacernos pensar de manera diferente.

Hay algo conocido como “la ley del uso”. Un principio denominado la ley del uso. La ley del uso aplicada a un músculo físico, dice que: “si no se utiliza se pierde”. Si no se utiliza un músculo durante un periodo de tiempo, se atrofia y no se puede utilizar.

La ley uso también se aplica mentalmente a su nivel de creatividad, dice que: “si uno no utiliza su creatividad ésta se atrofiará al igual que lo haría un músculo”.

Pero una cosa maravillosa que hemos averiguado en un caso tras otro es que, si uno empieza a poner a prueba su creatividad, si empieza a exigirle cosas al igual que lo haría con un músculo si empezara a levantar pesos. Si empieza a exigirle cosas, empezará a entrar en acción, empezará a hacerla moverse, si lo prefiere, a estimularla con nuevas ideas y pensamientos. Así que la clave consiste en empezar a estimular su mente alimentándola con todo tipo de cosas que hagan que rompa con la rutina habitual.

Otro aspecto interesante de la creatividad que resulta importante, el lenguaje. Una de nuestras averiguaciones consiste en que una de las correlaciones más estrechas en nuestra sociedad, la correlación directa con el éxito en cualquier campo, es la que existe entre el éxito y el conocimiento verbal.

La persona media de habla inglesa, utiliza menos de 1.200 palabras en su vocabulario, en su vocabulario diario, de un total de unas 500 mil palabras posibles.

Hemos averiguado que el nivel de creatividad y de inteligencia del individuo, están en proporción directa con el número de palabras cuyo significado conoce, y que puede utilizar en una conversación. Por cierto, existen dos tipos de palabras: las que nunca se utilizan en la conversación, las que solamente se leen; pero, también existen las que utilizamos continuamente en la conversación.

La persona media solamente emplea 1.200. El niño medio hasta los 5 años de edad aprende a identificar y conocer el significado de unas 5 mil palabras. El adulto medio aprende 5 mil palabras al año.

De modo, que cuántas más palabras se aprendas más creador se hace el individuo.

Lo que nos lleva a otra ley denominada “la ley de la creatividad”. La ley de la creatividad dice que: “en la vida actual todo se inicia con las ideas”. Todo… se inicia con las ideas; el éxito, el progreso, la felicidad, la prosperidad. El desarrollo de la vida de uno depende directamente de la calidad y cantidad de ideas que se desarrollen. Y lo que es sorprendente, si uno se centra en la cantidad de ideas (y yo he dedicado una enorme cantidad de trabajo al pensamiento creador), si uno se centra en la cantidad de ideas se dará cuenta de que la calidad de las ideas es, función de su cantidad.

Hay quienes dicen que solamente van a desarrollar unas cuantas ideas; esta es la gente con miedo al fracaso, con miedo al rechazo. Si uno se centra en generar una elevada cantidad de ideas nuevas que de algún modo mejorarán las cosas.

¿Qué es la creatividad?

La creatividad es la capacidad de producir mejoras. La creatividad sencillamente consiste en la capacidad de generar mejoras. Cualquiera que sea capaz de producir mejoras es una persona creadora. Si se puede mejorar el modo de controlar al niño; si se puede controlar el modo de resolver una situación social; si se puede mejorar el modo en que, se cocina un plato, se arregla el coche, se trabaja en el jardín, se elabora un plan de marketing, se hace un anuncio; cualquier cosa que haga algo mejore, es un acto creador. No es necesario componer sinfonías o escribir novelas o pintar cuadros. Lo único que hay que hacer es mejorar las cosas. Una serie de pequeñas mejoras puede producir unas diferencias extraordinarias en el rendimiento.

De modo, que la ley de la creatividad dice que: “el futuro o el éxito, la felicidad, en muchos casos, la longevidad; estarán determinados por la calidad y cantidad de las ideas que uno produce”.

Pero ¿qué es lo que controla la creatividad? En mi opinión, tres cosas:

La primera, las experiencias del pasado. Si uno se ha educado en un entorno (especialmente durante la infancia) en el que se le ha animado a pensar con creatividad, entonces, será una persona creadora.

A nuestros hijos (desde luego), hagan lo que hagan, siempre les decimos lo inteligente que son, lo creadores que son,  ¡lo interesantes que son!, lo divertidos que son, y cuando están cerca de nosotros siempre hablamos delante de ellos de los creadores y listos que son nuestros hijos. Así que, nuestros niños creen que son pequeños genios, y probablemente, puesto que son nuestros hijos, no andan muy equivocados.

En segundo lugar, está el hecho de que el auto-concepto de un adulto con respecto a la creatividad es muy importante. ¿Se considera usted una persona creadora? Pues bien, como dijo Henry Ford (y ya lo hemos comentado antes): “tanto si cree que lo es, (parafraseando sus palabras) como si cree que no lo es, tendrá razón”.

Si su auto-concepto consiste en que se dice: “creo que soy una persona creadora”; esto es lo que se convertirá en su realidad. La mayoría de la gente cree que no son especialmente creadores sencillamente porque no han puesto a sus capacidades creando desde hace tiempo.

El tercer campo que determina su creatividad es su entorno actual. Si usted está en un entorno que fomenta la creatividad, que fomenta las ideas nuevas, verá que se le ocurren ideas.

Tom Peters en su libro “In search of excellence” (buscando la excelencia), dice algo estupendo, dice que: “si le dejáramos, la gente nos ahogaría en ideas”. Dice que: “las empresas más prosperas son aquellas donde continuamente se genera una enorme calidad y cantidad de buenas ideas”. Dice que: “el éxito comercial está en proporción directa con la cantidad de ideas buenas o nuevas, o de ideas nuevas para producir mejoras”.

Así que, examinen estos tres puntos de estudio en cuál fue su experiencia pasada con sus padres. En mi caso, mis padres me desanimaron de cualquier idea que pude tener en cuanto a hacer algo que no fuera exactamente lo esperado. Porque mis padres eran una gente con muchos temores; vivieron la depresión y la segunda guerra mundial, etcétera. Mi auto-concepto, me decía que no tenía ninguna creatividad. Y mí en el entorno en muchas situaciones era del tipo en el que había que hacer lo que se esperaba de uno para salir adelante.

Pero, si empezamos a desprendernos de las cosas, si empezamos a darnos cuenta de que somos creadores; entonces, empezamos a hacer que esto se convierta en nuestra realidad.

Ahora bien, existen 2 tipos de personalidades: lo que llamamos la personalidad mecánica y lo que llamamos la personalidad adaptable. La principal diferencia de estos dos tipos consiste en que la personalidad mecánica es rígida, y la personalidad adaptable es flexible.

La personalidad mecánica tiende a ser dogmática; en otras palabras, quienes la tienen dicen tajantemente que: “¡las cosas son de una manera!”. Hacen declaraciones que podríamos definir como en blanco y negro. Todo es: “si no, arriba abajo, blanco negro”; son casi absolutistas. La declaración de un absolutista es: “esto es así absolutamente”.

La persona adaptable tiene una mentalidad abierta. Siempre está dispuesta a considerar distintos enfoques. Se dan cuenta de que una pregunta nunca queda contestada; así que siempre están preguntando. Siempre están haciendo más preguntas. Dicen cosas como: “¿qué os  parece esto?” O “¿qué os parece si hacemos aquello?” “¿Por qué no probamos esto?” O “eso podría ser otra idea”. Y tienden (si lo prefieren) a ser fluidos. Si se plantea una idea nueva, si acaban de tomar una decisión y se plantea una idea nueva, dejan la primera y adoptan la segunda son muy, muy, muy flexibles. Y verán que las personalidades adaptables son las personalidades con más éxito, las más felices.

De hecho, existe una relación directa entre un amor propio reducido y la falta de seguridad. Falta de seguridad. La gente recurre a su inseguridad, y la gente con un elevado amor propio, con seguridad, los que están satisfechos consigo mismos, están dispuestos a cuestionar las ideas.

De modo, que pregúntense ¿en qué lugar del gráfico se sitúan ustedes en cuanto a tener una personalidad mecánica o adaptable? Y he aquí 4 preguntas fáciles que se pueden hacer, 4 maneras fáciles de analizarse; pregúntense lo siguiente: ¿Con qué facilidad, en una escala del 1 al 10 pueden hacer una de estas manifestaciones?

Número 1, ¿con qué facilidad pueden decir: “me he equivocado, no tenía razón”. Me he equivocado, no tenía razón. Verán, las personas adaptables, las personas flexibles y fluidas están dispuestas a reconocer que se han equivocado, y las personas mecánicas (o si lo prefieren rígidas) son las que no pueden admitir que se han equivocado; de modo, que lo que hacen es esforzarse por ocultar su error; trabajan para defenderse y proteger sus errores en lugar de decir: “me he equivocado”. Una vez que uno ha dicho: “me he equivocado”, no hay nada que discutir; entonces uno se puede dedicar a hallar la solución.

He aquí otra manifestación. ¿Con qué facilidad en una escala del 1 al 10 pueden decir: “he cambiado de opinión”? “Es verdad, antes me parecía buena idea; pero, he cambiado de opinión.” La capacidad de cambiar de opinión es el distintivo de una persona flexible.

¿Con qué facilidad pueden decir: “no lo sé”, en una escala del 1 al 10? Si alguien; un hijo, un padre, un jefe, les hace una pregunta ¿con qué facilidad pueden decir: “no lo sé”?

O manifestación final. ¿Con qué facilidad pueden decir: “necesito ayuda”? “No lo puedo hacer yo solo, no tengo la capacidad suficiente, necesito que alguien me ayude”. “Necesito ayuda; he cambiado de opinión; no lo sé.” Esas son las manifestaciones que hace, una persona flexible.

Muy bien, estudiaremos otro par de aspectos de la creatividad. Tenemos una ley del uso, tenemos la ley de la creatividad; sabemos que el lenguaje y el vocabulario están directamente relacionados con ésta. Sabemos que el auto-concepto es parte esencial de la creatividad. Que cuanto más se gusta a uno a sí mismo; cuanto más cree uno en sí mismo, más probabilidades tiene de ser creador.

Así que, el siguiente punto es preguntar. Sencillamente la capacidad de hacer preguntas. Cuanto más dispuesto esté uno a hacer preguntas una y otra vez. Cuanto más dispuesto esté uno a decir: “¿qué pasaría si lo hiciéramos de otro modo? ¿Qué pasaría si cambiáramos, qué pasaría si hiciéramos lo contrario de lo que estamos haciendo? ¿Qué pasaría si hiciéramos más, si hiciéramos menos, si dejáramos de hacerlo por completo?”. Estas son las preguntas de una persona creadora.

Ahora bien, como ya he dicho, usted es un genio. Sin embargo, ¿va usted a desarrollar su genio plenamente? El único modo de que pueda desarrollar su genio plenamente es, empezando a utilizar algunas de las técnicas que hemos comentado en este seminario.

Una de ella es tener unas metas muy claras. Si usted tiene unas metas claras que desea lograr, éstas, estimularán su creatividad (como comentaremos en el próximo módulo).

La segunda parte es empezar a utilizar afirmaciones. Y la mejor afirmación es: “soy un genio, soy un genio, soy… un genio”. Y repetirlo una y otra vez. Sucederá algo sorprendente si repiten estas palabras. En su mente consciente y subconsciente cuando empieza a decir una y otra vez en su mente consciente: “soy un genio, soy un genio, soy un genio”; usted impulsa el mensaje al subconsciente. ¿Sabe lo que el subconsciente?  El subconsciente dice: “de eso nada ganso, ¡no se te ha ocurrido una idea decente los últimos 10 año!” Pero usted dice: “soy un genio, soy un genio”. Usted hace que penetre el mensaje, imprime el mensaje en su subconsciente. El subconsciente le conoce, lleva mucho tiempo con usted, sabe que nunca se le ocurre nada que valga la pena. Pero usted, insiste: “soy un genio, soy un genio, soy un genio”; continúa haciendo que penetre el mensaje, finalmente en el subconsciente dice: “muy bien, si esta es la nueva orden, si esto es lo que quieres, allá va”.

He aquí una idea, ¡haz algo con ella! Y en medio de una conversación cuando uno está haciendo de un problema, de repente se le ocurre una idea; y alguien dice: “¡caray, que buena idea!”, y usted contesta: “claro, ya sabes, soy un genio”.  Y le repiten: “si es una idea bastante buena”. Y verá que se convertirá en un genio en la medida en que acepte la creatividad innata. Es como si viviera en un terreno, y debajo de éste terreno hubiera un enorme depósito de genio, y cuando afirme algo una y otra vez, irá perforando más y más hasta llegar a un punto –al afirmar y visualizar, a un punto en el que alcance éste depósito de genio y el genio empiece a manar, como si fuese un pozo de petróleo. Y cuando empiece a fluir, le diré lo más sorprendente, cuando empiece a fluir (diremos por qué funciona esto en un momento), cuando empiece a fluir se le ocurrirá una idea tras otra.

Pues bien, el punto más importante de todo este asunto consiste en entender lo siguiente: que no hay nada, que no pueda lograr si explota este genio. Que toda productividad y prosperidad se derivan de las ideas y que la fuente de las ideas es, inagotable. Lo que significa, que su potencialidad es inagotable. Significa que no hay límites en cuanto a lo que puedan hacer, o tener, o ser si desbloquean su creatividad innata; que si repiten una y otra vez: “soy un genio, soy un genio, soy un genio, soy un genio” y a continuación esperan confiadamente, en el momento preciso en lo que se necesiten, se les presentará la respuesta precisa, en la forma precisa que deseen.

Y en el módulo siguiente les voy a decir cómo y por qué funciona esto.